Cuando Donald Trump se postuló a la presidencia de Estados Unidos, el lema de su campaña fue Make America Great Again, lo que traducido al español sería algo así como “Hacer grande a América de nuevo”.

El detalle, claro está, es que el magnate jamás tuvo la intención de referirse a nuestro continente, sino que apuntaba exclusivamente a su país, pese a aludir directamente a “América”.

Desde el cine hasta la música, pasando incluso por la literatura, hoy en día es habitual escuchar a los estadounidenses refiriéndose a su país con el mismo nombre que recibe nuestro continente.

Se trata de un fenómeno que no se limita sólo al país del norte, ya que en el extranjero, especialmente en Europa, el término usualmente se usa como sinónimo de Estados Unidos, dejando en un segundo plano su verdadera definición, la cual alude al segundo continente más grande de la Tierra.

Resulta curiosa esta denominación que puede generar confusión, especialmente si consideramos que la propia Real Academia Española puntualiza en su diccionario que “americano” no debería ser asociado con Estados Unidos.

“Debe evitarse la identificación del nombre de este continente con los Estados Unidos de América”, señala la RAE al respecto.

¿Pero cuándo, y cómo, surgió esta apropiación?

Lo primero que hay que tener presente, es que hoy en día no existe real consenso que explique esta peculiar apropiación. Pese a esto, diversos historiadores, ya sea estadounidenses, europeos y latinoamericanos, han entregado pistas sobre cómo comenzó todo.

Pedro Álvarez de Miranda, profesor de Lengua de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), señala en su libro “Para la historia de ‘americano"” (2007) que por antigüedad, fueron los franceses los primeros en usar el término “americano” en 1556, seguidos de los estadounidenses en 1598.

No obstante, tal como recoge la BBC, Álvarez de Miranda sostiene que el verdadero “nacimiento” de la palabra surge en el momento en que esta se comienza a generalizar. En ese sentido, habrían sido los hispanoamericanos quienes generalizaron el término, algunas décadas antes que los angloamericanos.

Puntualmente, fue en 1730 cuando el gentilicio comenzó a masificarse en América. En inglés se utilizaba de manera despectiva para referirse a los nativos americanos a inicios del siglo XVIII, según el doctor Angel O’Donnell, profesor de Historia Norteamericana de King’s College de Londres.

Eso empezó a cambiar aproximadamente en 1764, cuando comenzaba la resistencia contra el Reino Unido, añade O’Donnell. A inicios del siglo XIX los estadounidenses ya usaban el término “american” para referirse a sí mismos y su país, mientras que en América Latina ya se usaba el término para referirse a los naturales del continente.

Fue así como a medida que Estados Unidos comenzó a crecer cultural, económica y militarmente, se fue apropiando del término “americano”, utilizándolo como sinónimo para estadounidense.

El País

Con el paso del tiempo esto empezó a repercutir en otros ámbitos, siendo actualmente “un gran problema”, de acuerdo a Gustavo A. Silva, experto en traducción científica.

“Por el nombre ‘United States of America’, los estadounidenses, dados siempre a simplificar las cosas, toman solamente ‘America’ y se autodenominan ‘americans"”, señaló en entrevista con la BBC.

“Pero incluso en el caso de los estadounidenses, hay veces que en inglés la palabra ‘american’ se usa para referirse a todo el continente” continúa el experto.

Por su parte, un artículo del medio español El País agrega las formas “América” y “americano” se extienden primero en América y en España lentamente a partir del XVIII.

“Ese hecho de que la palabra ‘americano’ tuviera en principio uso más general en América que en España se ha explicado por una posible una conciencia de identidad naciente. Los sentimientos a favor de una independencia de América respecto a la metrópoli se están fraguando ya en la clase de los criollos, que preferían autodenominarse americanos antes que indios”, detalla.