Al menos 6 de cada 10 personas en Chile mayores de 65 años padecen algún grado de Alzhéimer u otra demencia. Reconocerlo a tiempo ayudaría a su tratamiento.

El Alzhéimer representa una creciente preocupación para nuestro país, considerando que una alta tasa de los adultos mayores la padecen y no se conocen muchas causas de su origen.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), más de 200 mil personas sufren algún tipo de demencia en Chile, de las cuales el más común es el Alzhéimer. Y es que según indican, afecta a 6 de cada 10 adultos mayores sobre 65 años.

El informe más reciente del que se tiene registros en torno a esta enfermedad es de 2020. Ese año, 2.180 personas murieron a causa de Alzhéimer y a partir de proyecciones, se espera que para 2050 más de 550 mil personas padezcan algún tipo de demencia.

Se trata de un negativo pronóstico no solo para quienes hoy viven con ella o aquellos que podrían desarrollarla, sino también para cuidadoras (es) y acompañantes que muchas veces cargan con el peso de hacerse cargo de una persona con Alzhéimer, con poco o nulo apoyo.

Aunque existen pocas luces sobre las causas que lo provocan, se cree que factores como la genética, hábitos de vida o la edad pueden influir en su desarrollo.

Además, de acuerdo a la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, existe una asociación entre este tipo de demencia y factores de riesgo cardiovascular. Por lo que recomiendan “implementar estrategias como el cuidado cardíaco, realizar actividad física en forma regular, llevar una dieta saludable y realizar actividades de estimulación cognitiva y que promuevan la socialización”.

Pese a que no exista un tratamiento que erradique el Alzhéimer, existen terapias que ayudan a los y las pacientes a tener una mejor calidad de vida. Para ello es importante diagnosticar la enfermedad a tiempo. Revisa a continuación algunos síntomas a tener en cuenta:

10 síntomas de Alzhéimer que ayudan en su prevención

1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana. Se puede manifestar mediante el olvido de fechas o eventos importantes, se pide la misma información repetidamente o se depende de sistemas de ayuda para la memoria para hacer cosas que antes uno hacía solo.

2. Dificultad para planificar o resolver problemas. Se experimentan cambios en las habilidades de desarrollar o seguir un plan o trabajar con números. Pueden aparecer problemas de concentración o tardar más tiempo en hacer las cosas.

3. Dificultad para desempeñar tareas habituales. Por ejemplo, dificultad para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.

4. Desorientación de tiempo y lugar. Esto supone el olvido de fechas, estaciones y, en general, el paso del tiempo. La persona afectada puede olvidar dónde está y cómo ha llegado al lugar en el que se encuentra.

5. Dificultad para comprender imágenes visuales. A veces, tener problemas de vista es una señal de alzhéimer. Pueden aparecer dificultades para leer, juzgar distancias y determinar colores o contraste.

6. Problemas en el uso de palabras en el habla o lo escrito. El alzhéimer puede provocar dificultades para seguir o participar en una conversación. Dificultad para encontrar palabras correctas, el vocabulario apropiado o llamar a las cosas por un nombre incorrecto.

7. Ubicar objetos fuera de lugar. También, pérdida de cosas sin poder recordar donde estaban. A veces pueden acusar a los demás de robarles, situación que puede producirse en una fase más avanzada de la enfermedad.

8. Disminución o falta de buen juicio. Cambios en las tomas de decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen mucho dinero a personas que venden productos o que presten menos atención al aseo personal.

9. Pérdida de iniciativa en el trabajo o actividades sociales. Esto puede reflejarse en la realización de actividades sociales, pasatiempos, proyectos en el trabajo o deportes.

10. Cambios en el humor o la personalidad. Las personas con alzhéimer pueden sentirse confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde estén fuera de su ambiente.