La semana pasada, se dio a conocer el IMACEC del mes de enero, el cual arrojó la cifra de un 0,4. Ayer conocimos que el IPC de febrero fue de -0,1. Pero detrás de esta cifra se esconden varios factores que hablan de una situación preocupante.

¿Qué pasaría si un día llega a su casa con una sonrisa y le dice a la o las personas con las que vive que le subieron el sueldo en un 0,4% (IMACEC enero), pero a su vez los gastos del hogar aumentaron en un 0,8% (IPC enero)?, ¿con qué cara lo mirarían? Bueno, es por esa misma razón y otras, que no hay nada que celebrar con las últimas cifras dadas.

El actual Gobierno, celebra todo lo que sea sobre cero, salvo el IPC, sin siquiera entrar en una revisión de las cifras al detalle, mientras esto ocurre continúa con su afán de establecer reformas, como la tributaria, que atacan ese mínimo crecimiento.

Vamos primero al detalle del IMACEC de enero. Si hacemos un zoom de la inversión privada en construcción, la confianza de los empresarios está muy baja, por otro lado, las importaciones de máquinas llevan 4 meses cayendo, marcando una variación anual de -8,8%. Lo que tuvo una variación positiva fueron las exportaciones, debido a la reapertura del mercado chino.

Las cifras del IMACEC, nos dice que aumentó la producción minera y el consumo de servicios. Lo minero se explica por el litio y un precio del cobre sobre los U$D 4, la libra. Entonces ¿Por qué ha aumentado el consumo? Hay un mercado laboral débil, con la cesantía aumentando, los ahorros de los retiros se están acabando y la confianza de los consumidores es baja.

Por otro lado, si se revisan las cifras del endeudamiento de las personas, el número de solicitudes y montos de créditos de consumo continúa creciendo, pero cada vez más lento y a tasas de interés que continúan aumentando. El endeudamiento, que es solamente para comprar alimentos cuyos precios subieron. Recordemos que los productos de la canasta básica subió el 2022 un 28,2%.

Donde también se mostró un cambio de tendencia, fue en el endeudamiento del gobierno, aumentando las transferencias directas vía subsidios, donaciones y PGU en un 27,9% entre enero del 2022 y enero del 2023. Por otro lado, el sector público en enero creó 25.000 empleos, sobre el promedio y un histórico para el mes de enero…. Histórico a costas de los impuestos de todos.

Tengamos en consideración que para el 2023, en un año en que Chile no crecerá, el primer presupuesto de Mario Marcel, contempla un gasto público que aumentará en un 4,2% y que viene con déficit, deuda e inflación.

Toda esta expansión del gasto fiscal está resultando incómoda para el Banco Central. Por eso la presidenta del Banco Central, Rossana Costa, afirmó que la evolución de la inflación sigue “estando sujeta a riesgos relevantes”. Por eso una baja de la tasa de interés, está sujeta a los datos que vayamos conociendo en los próximos días.

También la iniciativa de creación de nuevas empresas lleva 12 meses de caídas, con un índice negativo de un 14,7% durante el 2022.

Por otra parte, si miramos con lupa al IPC de febrero. El índice de alimentos mundial acumula una caída del 19% y 33% del petróleo, por otro lado, el dólar que estuvo cerca de los $900, hoy lo está cercano a los $800. Recordemos que el 80% de los productos de la canasta básica es importada.

En febrero, los alimentos cayeron un -0,3 y transporte -2,7%, esto explica la caída de -0,1%. Pero, el IPC sin estos ítems volátiles, que tiene productos: como bienes servicios, salud y vivienda, que permiten predecir el comportamiento de los precios, sería de un 0,7%.

Por tanto, cuando estos ítems volátiles sean absorbidos, no tendrán el aporte negativo de este mes y si los precios no volátiles continúan a este ritmo, volverán las inflaciones altas. Más en un contexto donde se está dando una expansión del gasto público que fue de un 13,1% en enero producto de transferencias directas. Hará que el Banco Central, no baje las tasas de interés hasta el segundo semestre.

Ya hemos explicado, que esto no es bueno para miles de familias que recurren al crédito para la compra de productos esenciales.

Finalmente, salvo el que las cosas se mantengan como estaban, ha hecho que las cosas no sean tan malas, como se esperaban.

No hay mejor lugar para palpar la realidad que la calle, donde se encuentra el sentido común. Por eso, me quedo con el comentario de una señora que preguntando por el precio de unas cecinas señaló que estaban caras, agregando “y eso que íbamos a estar mejor”. Lamentablemente, como dice el dicho: “no todo lo que brilla es oro”.

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