Un análisis elaborado por la consultora Systep arrojó que los costos de los trabajos para soterrar el cableado aéreo en Santiago podría conllevar un alza mensual de cerca de 2.400 pesos para los clientes.
El soterramiento de líneas aéreas significaría un costo extra de US$1.845 millones, en que se compara el Valor Nuevo de Reemplazo (VNR) que existe actualmente (de US$913 millones) versus el supuesto escenario en que se invierta en redes de distribución subterráneas, el cual se empinaría a US$2.758 millones.
Según el análisis, si se considera el Valor Agregado de Distribución (VAD) el costo adicional de inversión entre el supuesto escenario del soterramiento de cables y la situación actual sería de US$184 millones, mientras que si se toma en cuenta la variables de los Costos de Operación, Mantenimiento y Administración (Coma) la diferencia sería de US$4 millones extra.
El objetivo del estudio fue ver el impacto que tendría el soterramiento de las redes de distribución en el monto final de las tarifas eléctricas que pagan los usuarios finales, donde se detectó una diferencia máxima de $16 por kWh adicionales.
Cortes de luz
La necesidad de hacer cambios en el cableado resurgió en el último tiempo en la capital luego de los extendidos cortes de luz que se produjeron por los sistemas frontales que atravesaron la región, donde debido a la caída de ramas sobre el cableado aéreo miles de clientes quedaron largo tiempo sin suministro.
“Si bien la tarificación actual de la distribución promueve un sistema eficiente y económicamente adaptado, no incentiva necesariamente inversiones en calidad de suministro, mejoras operacionales ni automatización. Así, la consideración del uso de instalaciones subterráneas en la red de distribución se articula apropiadamente con la contingente discusión respecto a un posible reemplazo del actual esquema de remuneración basado en valor nuevo de reemplazo, por un esquema de regulación por incentivo”, precisa el informe.
En el ejercicio, Systep consideró la empresa teórica que opera en Santiago y que se utiliza para el cálculo tarifario que se realiza cada cuatro años y cuya infraestructura corresponde a la situación actual (ver tabla).
En el caso de las redes de alta tensión, a lo anterior se determinó que el costo de las redes subterráneas es 5,5 veces mayor que las aéreas, mientras que en baja tensión y transformadores se consideró un costo 6,6 veces superior.
Con estos datos la revista Nueva Minería calculó el Valor Nuevo de Reposición (VNR) de esas instalaciones, sumando además el costo de desinstalar las redes aéreas, y se le agregó el costo de operación y mantención de las instalaciones.
Todo esto mostró que en un escenario en que la totalidad de las redes de alta y baja tensión, así como los transformadores, fueran subterráneos, la tarifa BT1 pasaría de $ 115 por KWh de la situación actual a $ 131, alza de 14%.
Los $16 de diferencia entre ambos casos, llevados a un consumo tipo de 150 KWh, arrojan los $ 2.400 de incremento de la cuenta de luz de estos clientes.