En julio la Fiscalía de Rancagua inició una investigación precisamente por los convenios firmados entre la fundación y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en 2021.

La fundación Arquiduc, dirigida por Carlos Acuña Arévalo, exmilitante de Renovación Nacional y exfuncionario público durante los gobiernos de Sebastián Piñera, deberá devolver 121 millones de pesos luego de que incumpliera contratos y cometiera irregularidades durante la ejecución de proyectos en campamentos de Rancagua.

Cabe recordar que en julio la Fiscalía de Rancagua inició una investigación precisamente por los convenios firmados entre la fundación y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en 2021.

La fundación está dedicada al rubro de la educación, pero recibió $ 121.802.032 en junio y julio de 2021, con el fin de realizar una serie de mejoras en asentamientos provisorios. Contratos que se firmaron cuando Manuel Alfaro Goldberg (independiente pro Evópoli) era director del Serviu, según informó este jueves La Tercera.

La primera de las iniciativas fue el “Programa de intervención educativa para el autocuidado de familias de campamentos”, con el que se buscaba capacitar a habitantes de 12 campamentos de O’Higgins para reconocer y mitigar situaciones de emergencia como incendios. El proyecto contó con un financiamiento por 56 millones de pesos y un plazo de ejecución de 12 meses, programa que también incluía la entrega a los vecinos de los campamentos de “kits de emergencia”, entre los que se incluía un extintor de 50 kilos.

El segundo convenio llamado de “habitabilidad primaria” consistía en instalar un total de 92 luminarias solares en las calles de seis campamentos de la región. En este caso, el costo sería de $65 millones, con un plazo de seis meses.

No obstante lo acordado, la fundación no cumplió su parte y así quedó determinado luego de una reunión entre Arquiduc y el Serviu en abril pasado. “Carlos Acuña explica las complicaciones en la ejecución de los convenios debido a la distancia y cambio de profesionales en terreno, que impidieron la ejecución al 100%”.

Y es que con el plazo de los convenios vencido hace meses, Arquiduc no solo no había dado cuenta de los avances como mensualmente debía hacer, sino que realizaron una serie de movimientos irregulares.

Esto quedó de manifiesto cuando el Serviu fue a ver las obras en terreno, donde vieron que los postes de las luminarias comprometidos de acero galvanizado, que resiste la corrosión, no estaban. En su lugar, habían postes de fierro ya oxidados, y que tienen un precio menor a la mitad.

No obstante eso no era lo más grave, ya que el Serviu, confirmó que Arquiduc compró los materiales a una empresa que era propiedad de su mismo director, Carlos Acuña. Así quedó en evidencia en la factura electrónica N°43 emitida el 28 de febrero de 2022 por “Sociedad Abbott Acuña y Compañía Limitada”. En ella le vende a la fundación Arquiduc 92 luminarias solares y 92 “postes galvanizados”, y no de fierro, por un total de $41 millones.

Ante estos antecedentes, el Serviu de O’Higgins notificó a Arquiduc el 14 de julio que debe devolver la totalidad de los $121 millones que recibieron por los dos convenios. De esta manera, la fundación cercana a la centro derecha se convirtió en la segunda institución a la que se le pide restituir los dineros, tras Democracia Viva. A ellas, se suma fundación EnRed, la que deberá devolver los recursos que recibió por convenios en Valparaíso.

Pero eso no es todo, ya que el Minvu de O’Higgins presentó una querella por los delitos de negociación incompatible y tráfico de influencias. Se trata de la única acción judicial presentada por el gobierno en todo Chile en medio del caso fundaciones.

La respuesta de Arquiduc fue la siguiente: “Entendemos que se trata más de un efecto psicológico que real. Nosotros no somos parte de las instituciones que recibieron dinero y que ahora tienen que explicar qué hicieron con él. Nuestro trabajo es medible, está a la vista de las personas y hay total trazabilidad de los recursos entregados”.