La ministra del Interior, Carolina Tohá, si bien calificó de indignante la fallida compra de la casa del expresidente Salvador Allende, descartó alguna “mala fe” de la familia del fallecido mandatario en el millonario negocio.
Desde hace semanas el Gobierno ha debido enfrentar duros cuestionamientos luego del fracasado intento por adquirir la propiedad del expresidente Allende, que actualmente está en manos de la ministra de Defensa, Maya Fernández, y de su tía, la senadora Isabel Allende.
Al respecto, la ministra Tohá calificó lo sucedido como “lamentable” e “indignante”, apuntando al sentido histórico y patrimonial que estaba detrás de la compra, más allá de los cuestionamientos a la familia del exmandatario.
“La familia Allende, su trayectoria todos estos años, desde el golpe de Estado en adelante, ha sido siempre de un trabajo muy constante por preservar esa memoria, por preservar ese patrimonio, por recuperar el Museo Salvador Allende”, resaltó Tohá en entrevista con Infinita.
“Esto termina entrampado en esta situación inaudita, que no se haya advertido en el camino la incompatibilidad que había de desarrollar esta venta con ciertas normas que tiene nuestra legislación”, aseguró.
En ese sentido, criticó las sospechas de un supuesto aprovechamiento económico detrás de la millonaria compra de la propiedad.
“No falta alguien que siempre quiere pensar en términos de mala fe las cosas. Pero es absurdo pensar en mala fe en este caso, porque es un acto totalmente público, que pasó por el Parlamento, que pasó por la Contraloría, que se iba a conocer públicamente”, apuntó.
“Era imposible ocultar una cosa de este tipo, era evidente, si se hubiera sabido o recordado que había esta incompatibilidad, que esto iba a ser descubierto por cualquier persona en cualquier momento del proceso”, insistió.
En ese sentido, señaló que “lo insólito es que no se haya descubierto antes, ninguna de las personas que chequeó los antecedentes no haya advertido. Y bueno, eso tiene hoy día generadas una serie de instancias que cuestionan la operación”.
En esa línea, Tohá desdramatizó que sectores de oposición hayan recurrido, por ejemplo, al Tribunal Constitucional, por la fallida compra de la casa de Salvador Allende.
“No lo encuentro sorprendente porque esto fue un acto efectivamente fallido, entonces que haya reacción y que se recurra a las distintas instancias, a mí me parece normal”, sentenció.
“Lo que no me parece normal es cuando ya se empiezan a sacar conclusiones y he escuchado algunas cosas bastante deschavetas de qué habría detrás de esto. No hay nada distinto de lo que se conoce y es lamentable que no se haya podido sacar adelante y no se haya advertido oportunamente, que hecho de este modo no era posible llevar este proceso adelante, de acuerdo a nuestra legislación”, añadió.
“Lo importante es que esta operación al final no se llevó a término, o sea, apenas se advirtió esto se dejó sin efecto, no se alcanzó a consumar porque como es una compra hecha por el Estado, tiene una serie de procesos distintos de una compra normal que aquí no se concluyeron y, por lo tanto, eso será de los elementos que tendrán que considerar los organismos”, puntualizó.
“Para eso tenemos organismos autónomos que examinan este tipo de situaciones, y que tendrán que analizarlo desde todas las perspectivas, si evalúan que corresponde tomar alguna medida adicional”, dijo.
“Lo que nosotros nos parece como Gobierno en primerísimo lugar, es que esto tenía sentido. En segundo lugar, que no solo se hizo de buena fe, sino que se hizo de manera muy abierta. Y que el no haber advertido esta incompatibilidad no solo es una desprolijidad, yo creo que desprolijidad es un término demasiado delicado, es una brutalidad que esto no se haya advertido oportunamente”, concluyó.