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El reconocido sociólogo y analista Alberto Mayol Miranda se despidió de su cargo como académico en la Universidad de Santiago (Usach) tras un sumario administrativo que confirmó supuestas faltas de probidad durante sus estudios de posgrado en España. Tras apelar sin éxito, la Contraloría General de la República determinó que la expulsión no estaba debidamente fundamentada y ordenó reiniciar la investigación, pudiendo resultar en la reintegración de Mayol a la universidad. Entre las acusaciones, se mencionan problemas relacionados con su permiso para estudiar en España y presuntas irregularidades en el uso de fondos públicos, aunque la Contraloría indicó que existen pruebas que respaldan la versión de Mayol sobre el cumplimiento de los procesos académicos. La falta de revisión de ciertos antecedentes y la ausencia de testimonios claves llevaron a cuestionar la validez de la decisión expulsiva, dejando en manos del fiscal la determinación de sobreseer el caso o continuar investigando.

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El sociólogo Alberto Mayol Miranda podría volver a dictar clases en la Universidad de Santiago (Usach) luego de que la Contraloría ordenara reabrir el sumario por el que fue destituido el pasado noviembre. El ente fiscalizador suspendió la vista fiscal que removió al académico por supuestas faltas de probidad y confirmó que no se realizaron todas las diligencias investigativas del caso que podrían eventualmente exculparlo de los cargos formulados en su contra.

El 17 de noviembre de 2023 el reconocido sociólogo, analista y columnista Alberto Mayol Miranda se despidió de su puesto como académico del Departamento de Gestión y Políticas Públicas de la Universidad de Santiago (Usach), que llevaba ejerciendo por casi una década, luego de que un sumario administrativo confirmara una serie de Supuestas faltas de probidad realizadas durante el estudio de un posgrado en España.

En un primer intento por cambiar la sanción, Mayol había apelado a la Junta Directiva del emblemático establecimiento de enseñanza superior, la cual unánimemente confirmó la decisión respecto a seis cargos que formuló en ese momento el fiscal designado para tal fin, Samuel Navarro Hernández, director de Empresas y Fundaciones de la Usach.

Sin embargo, los intentos no pararon ahí y fue la Contraloría General de la República (CGR) la que confirmó lo alegado por Mayol, afirmando que durante la investigación no se revisaron todas las pruebas y que, por ende, la expulsión no estaba “correctamente motivada”. Asimismo, procedió a suspender la toma de razón respecto a la vista fiscal del caso y devolver el sumario a su etapa indagatoria, ordenando realizar todas las diligencias investigativas pertinentes, las cuales podrían resolver que el inculpado no había realizado las faltas de las que se le acusa.

Con la victoria para Mayol, la decisión sobre si sobreseer la causa o continuar con la investigación queda en manos del fiscal a cargo, con la posibilidad de que Mayol se reincorpore a la universidad muy latente.

Acusaciones y pruebas contra Mayol

Entre los seis cargos que se le formularon a Mayol y lo llevaron a su destitución, varios tienen relación con condiciones sobre el permiso para la realización de sus estudios en España, como: no haber acreditado el cumplimiento de requisitos para el programa, no haber presentado un informe anual con el avance curricular, no haber obtenido el grado para el cual fue autorizado y haber efectuado un cambio de programa de estudios sin estar autorizado.

Así también, se le acusó de haber utilizado viáticos y fondos públicos entregados por la prorrectoría utilizados para fines ajenos a la comisión de estudios, como la realización de contrataciones ajenas a la comisión y reuniones llevadas a cabo, sin rendir cuentas respectivas.

Sin embargo, la Contraloría rechazó que la investigación haya confirmado las acusaciones, afirmando que existían antecedentes no tomados en cuenta que daban cuenta del cumplimiento de Mayol de los procesos regulares.

En el escrito enviado a Mayol desde la Contraloría, se lee que este sí había acotado la obligación de presentar los informes anuales con certificados de calificaciones y avances y sí obtuvo el grado académico. Esto, respaldado en documentación como: el certificado de materias cursadas, el proyecto de tesis, las cartas presentadas por las autoridades universitarias que sustentan la intención de solicitar cambio de doctorado, etc., afirmándose que fue un “insuficiente manejo administrativo por parte de la Universidad” lo que hizo que su situación no haya sido regularizada.

“Lo indicado, demuestra que el reclamante -como se mencionó-, manifestó preocupación por el estado de aprobación de su solicitud, enviando comunicaciones por correo electrónico, y remitiendo las cartas enviadas por las autoridades de las universidades españolas, las cuales explican la situación del giro en el curso de su doctorado”, se lee.

La Contraloría agregó que durante la investigación no fueron citados a declarar los superiores jerárquicos que autorizaron las diversas gestiones con sus estudios, quienes podrían haber entregado información relevante sobre la situación académica reprochada de Mayol.

De acuerdo a lo concluido por el ente fiscalizador, la falta de revisión de aquellos antecedentes y no llamar a los testigos pertinentes da cuenta de que la investigación no se agotó de manera suficiente, por lo que la decisión expulsiva adoptada no se encuentra correctamente motivada. Además, indicó que la realización de aquellas diligencias probatorias podrían haberle permitido a Mayol establecer su falta de responsabilidad administrativa en los hechos imputados o, eventualmente, hacerlo merecedor de una medida menos severa que la suspensión.