Si se profundiza más allá de los colores, de la luz y del hermoso paisaje que ofrece Groenlandia, lamentablemente sale a la luz una realidad social gris y oscura. Se trata de la zona del mundo con más suicidios registrados al año, un terrible dato que esconde varias razones psociológicas.
Entre las décadas de 1970 y 1980 la tasa de suicidio en Groenlandia fue siete veces mayor que la de Estados Unidos, un país considerablemente mayor en temas demográficos.
La alta incidencia de suicidios en Groenlandia se debió a la devaluación de la cultura inuit local -pueblos originarios de regiones ártica- que ocurrió cuando Dinamarca presionó para modernizar la isla.
Debido a la falta de recursos adecuados por parte del gobierno local, las mejoras en Groenlandia en contras de los suicidios han sido lentas.
Sin embargo, a medida que la salud mental se ha des-estigmatizado, en la última década han aparecido varias ONGs con soluciones prometedoras para abordar el suicidio en Groenlandia.
Tasa de suicidio en Groenlandia
Según lo dio a conocer la ONG The Borgen Project, en 2016 la tasa de suicidio anual promedio global fue de 16 personas por cada 100,000.
En Groenlandia, la tasa anual de suicidios fue de 82 personas por cada 100.000.
El suicidio no se distribuye uniformemente entre la población de Groenlandia, ya que los adolescentes y los adultos jóvenes corren el mayor riesgo de llegar a esta decisión.
Según el Centro Nórdico de Asuntos Sociales y de Bienestar (NVC), la prevalencia del suicidio en Groenlandia es tres veces mayor entre los jóvenes de 20 a 24 años que entre los de 25 a 65 años.
Además, el 23% de los adolescentes y adultos jóvenes informaron que se autolesionaron.
Groenlandia, con una tasa de 83 suicidios anuales por 100.000 habitantes, ostenta la primera plaza mundial en lo que a suicidios se refiere.
Se trata de una cifra muy por encima de sus competidores directos, lo que serían Lituania y Corea del Sur.
Factores de riesgo
Debido a la rápida modernización de las décadas de 1970 y 1980, muchas personas emigraron a las ciudades y asentamientos más grandes en busca de movilidad económica y educativa.
Sin embargo, una vez allí, necesitaban asimilarse para parecer aún más daneses.
La pérdida de identidad que siguió hizo que las comunidades recurrieran al alcohol, lo que a su vez condujo al abuso y abandono infantil.
Esta erosión de la estructura familiar hizo que a las personas les resultara difícil hacer frente a las dificultades emocionales y psicológicas.
Además de esto están las características geográficas, factor clave para más adelante entender el modelo de vida y la personalidad de sus habitantes.
Groenlandia es una enorme isla a mitad del Atlántico Norte y el Círculo Polar Ártico, donde la temperatura anual media es de -2,3ºC, según el portal Vaventura.
Además es importante destacar que los meses del año en los que el suicidio es mayor en Groenlandia, coinciden con los que conforman la época estival.
Prevención del suicidio en Groenlandia
Durante las últimas dos décadas, el gobierno y varias ONG crearon programas para combatir esta endemia.
SAAFIK: establecido en 2011, este centro de asesoramiento a nivel nacional brinda apoyo médico, psicológico, social y legal a los niños víctimas de abuso sexual.
Rompa el silencio, ponga fin a la violencia: en 2014, el Ministerio de la Familia, Igualdad de Género y Asuntos Sociales lanzó una campaña de tres años para crear conciencia sobre la violencia doméstica.
Con este fin, el Ministerio estableció una página web sobre violencia y campañas de información.
SAPIIK: se trata de una tutoría entre pares se centra en reducir la cantidad de niños que abandonan la escuela. A través de actividades sociales y salidas, SAPIIK se enfoca en mejorar las habilidades intrapersonales e interpersonales de un niño.
School Fairy System: este programa coloca a un trabajador social en las escuelas para ayudar a los estudiantes que necesitan apoyo social.
El programa involucra a los estudiantes a través de conversaciones y actividades. También informa inquietudes y observaciones a la escuela cuando considera que se requieren intervenciones especiales.
TIMI ASIMI: fundado en 2011, este es un programa de intervención al aire libre dirigido a adolescentes y adultos jóvenes en riesgo, de 13 a 21 años. A lo largo de tres meses, los participantes participan en cursos educativos, servicio comunitario, orientación académica y física. actividades.
