La situación en la frontera polaco-bielorrusa se torna peligrosa. La UE mira impotente, Minsk y Varsovia luchan por la narrativa, mientras las personas quedan libradas a su suerte. Además, se reportan casos de traficantes de personas llevan a migrantes desde Irak hasta Bielorrusia, para cruzar la frontera con la Unión Europea y con destino a Alemania.

La crisis migratoria en la frontera entre Polonia y Bielorrusia está llegando a su punto álgido. En Polonia, el debate se centra en el peligro para la frontera exterior de la UE

Es como un déjà vu. Las imágenes que los polacos solo conocían de otros países llegan ahora por primera vez desde su propia frontera.

Las imágenes difundidas por la Policía polaca en las redes sociales muestran tiendas de campaña de migrantes procedentes de Bielorrusia. Frente a ellos, policías polacos con cascos y escudos protectores.

Todo ello acompañado del sonido de los helicópteros en medio de unos bosques que, por lo demás, son pacíficos y silenciosos. Es uno de los muchos videos que han publicado las autoridades polacas estos días y que circulan por la red.

El Estado polaco controla lo que el mundo ve desde el lado polaco de la frontera con Bielorrusia. Desde hace semanas, la franja fronteriza de tres kilómetros de ancho está vedada a los periodistas.

Ningún reportero ha podido hacerse una idea de la situación desde septiembre. Está prohibido filmar las instalaciones fronterizas.

Lo que queda es esperar las próximas imágenes oficiales. Su tono ha cambiado significativamente en los últimos días: las familias con niños, que deben permanecer viviendo a la intemperie, apenas se ven ahora.

Ahora predominan hombres jóvenes y revoltosos, imágenes que no inspiran simpatía.

En caso extremo, cierre de la frontera en Polonia

El Sejm, el Parlamento polaco, celebró una sesión especial el martes debido a la escalada en la frontera con Bielorrusia.

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, aseguró que “el actual estado de emergencia local no se convertiría en un estado de guerra general”.

Sin embargo, el gobierno se está preparando para meses o incluso años de provocaciones por parte del gobernante bielorruso Lukashenko.

“En la frontera oriental, nos enfrentamo, no solo al uso directo de la fuerza contra el Estado soberano polaco, sino a una orquestación cuyo objetivo es violar la frontera polaca y crear el caos”, dijo el jefe de Gobierno polaco.

Es una acusación contra el régimen de Lukashenko que ahora también llega desde otros flancos.

El exdiplomático y ministro de Cultura bielorruso, Pavel Latushka, habla en los medios de comunicación polacos de que los servicios de inteligencia y de las fuerzas de seguridad bielorrusas.

Aseveró que entrenan deliberadamente a antiguos combatientes afganos e iraquíes para provocar enfrentamientos violentos y un conflicto armado en la frontera con Polonia.

Si eso fuera cierto, se alcanzaría un nuevo nivel en la escalada. Por ello, Polonia ya está haciendo campaña para endurecer las sanciones contra Bielorrusia y cerrar por completo el espacio aéreo europeo a las aerolíneas que lleven a los inmigrantes.

El miércoles, un portavoz del gobierno dejó de descartar por completo la posibilidad de que Polonia cierre completamente la frontera con Bielorrusia.

Crisis migratoria en Polonia: escala el caos y la tensión en frontera con Bielorrusia
Ministerio de Defensa de Polonia

Temperaturas bajo cero en la región fronteriza

Mientras tanto, las temperaturas bajaron a menos grados en la noche del miércoles. El portal de investigación OKO.press cita a un iraquí llamado Wshyar que, al parecer, se aloja en el campamento de tiendas de campaña instalado cerca de Kuznica.

“Tenemos muchos niños enfermos aquí”, dice al portal. “La gente está perdida. No sobreviviremos con este clima. Los guardias fronterizos bielorrusos no nos dejan volver a Minsk”.

Según las estimaciones de los guardias fronterizos polacos, actualmente hay unas 800 personas en el paso fronterizo cerca de Kuznica, que fue cerrado el martes por la mañana.

Las autoridades polacas calculan que un total de hasta 4.000 personas se encuentran actualmente en las zonas fronterizas con Polonia, y que otros miles siguen esperando en Bielorrusia para ser trasladados a la frontera.

Sin solución a la vista

“No prevemos ningún cierre de fronteras por el momento”, declaró el martes a los periodistas el líder del grupo parlamentario del partido de derecha polaco Ley y Justicia (PiS), Ryszard Terlecki.

“Las sanciones que incluyen un cierre total de la frontera también afectarían gravemente al transporte de mercancías polaco y europeo”, dijo Terlecki. Debemos actuar con “sensatez” en este punto, advirtió.

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En la creciente crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia, actualmente no hay solución a la vista.

Polonia y, por tanto, también la UE se dirigen a un invierno potencialmente mortal para muchas personas, ya que las temperaturas de dos dígitos bajo cero y la gran cantidad de nieve no son infrecuentes en el noreste polaco.

Al déjà vu de una crisis migratoria que ya se ha vivido antes podrían seguirle imágenes que no se veían desde la crisis migratoria en Europa en 2015.