El ministro del Interior de Pakistán, Mohsin Naqvi, advirtió que la India pretende jugar con fuego y aseguró que su país responderá “con fuerza a cualquier aventura” del país vecino, tras una reunión con un líder islamista paquistaní, en el marco de la crisis diplomática entre ambas potencias nucleares.
“La India está intentando jugar con fuego”, alertó Naqvi al líder de la formación política islamista Jamiat Ulema-e-Islam (F), Maulana Fazlur Rehman, según un comunicado publicado este martes por el Ministerio del Interior de Pakistán.
El líder islamista describió por su parte al primer ministro de la India, Narendra Modi, como “un enemigo de los musulmanes” al que acusó de “mantener dondequiera que haya un frente en la lucha contra el islam y los musulmanes”.
Atentado en Cachemira india gatilló escalada diplomática entre India y Pakistán
Estas acusaciones se producen en medio de la escalada de hostilidades que atraviesa la India y Pakistán desde hace exactamente una semana. Esto, luego del ataque terrorista en la región de Cachemira controlada por la India, donde fueron asesinados 26 turistas -25 indios y un nepalí-.
El Gobierno indio acusó a Islamabad de estar detrás del ataque y ordenó varias medidas contra el país vecino, como la expulsión de varios de sus diplomáticos de la India.
Nueva Delhi también decidió revocar de la mayoría de visados para paquistaníes, el cierre de la frontera terrestre y la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, firmado en 1960, y que había resistido hasta ahora a guerras y conflictos menores entre ambos países.
Pakistán respondió con reciprocidad a las medidas indias y canceló importantes acuerdos bilaterales.
Pakistán amenazó a la India con “su sangre” ante “acto de guerra”
La crisis diplomática entre ambas naciones ha estado históricamente marcada por enfrentamientos sobre la soberanía de Cachemira. La retórica belicista se ha acentuado en los últimos días.
El ministro de Agua de la India, CR Patil, dijo entonces que se asegurarían de que no llegara ni una sola gota del río Indo a Pakistán -principal fuente de sustento para millones de agricultores-.
Por su parte, el presidente del Partido Popular de Pakistán (PPP), Bilawal Bhutto-Zardari, figura clave dentro de la coalición gobernante, advirtió de serias consecuencias si eso sucedía.
“O nuestra agua sigue fluyendo de este río, o fluirá su sangre (la de los indios)”, sostuvo.
Incluso, el Gobierno pakistaní amenazó con que cualquier intento de desviar o cortar el suministro de agua supondría “un acto de guerra”.
También se han producido intercambios de disparos a lo largo de la Línea de Control -la frontera de facto entre ambos países en Cachemira-, sin que hayan notificado víctimas, una violación del alto al fuego relativamente habitual de las que cada país acusa siempre al otro de haber iniciado.
La muerte de 40 policías en un atentado terrorista en la Cachemira india en 2019 dio entonces lugar a una grave crisis diplomática entre ambos países que se saldó con el bombardeo por parte de la India de supuestos campamentos insurgentes en Pakistán, mientras que Islamabad respondió bombardeando zonas remotas indias.