El documental "La dama del silencio: El caso Mataviejitas", que relata la historia de las víctimas de Juana Barraza, una mujer que asesinó a por lo menos 16 ancianas entre finales de los 90 y principios de los 2000, recuerda los "vicios" y "fallas" en la investigación, algunos de los que continúan dándose a día de hoy.
Juana Barraza, más conocida como “La Mataviejitas”, es el nombre de la mujer mexicana que asesinó a por lo menos 16 ancianas entre finales de los 90 y principios de los 2000.
Barraza sembró el terror en la Ciudad de México al perpetrar una serie de asesinatos, principalmente dirigidos a mujeres mayores.
Se trata de un tétrico caso que ha inspirado documentales y varios reportajes, en los que se detallan su modus operandi y el motivo de sus crimenes.
El más actual de todos es el documental de investigación realizado por Netflix, el cual se titula “La Dama del Silencio: El caso Mataviejitas”.
Se trata de un caso policial marcado por los “vicios” y “fallas” en la investigación, algunos de los que continúan dándose a día de hoy.
Además, este caso no solo capturó la atención de los medios, sino que también puso de manifiesto los aspectos más oscuros de la psicología criminal.
Se podría catalogar incluso como un precedente.
Todo esto ocurrió en un entramado social y político teñido por la violencia de género, donde los feminicidios crecían en Ciudad Juárez y en distintos municipios del Estado de México sin que se pusiera atención alguna.
Se trata de una historia que incluso salpicó al ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador, que fue jefe de gobierno del extinto Distrito Federal y propuso una pensión en apoyo a los adultos mayores (programa que ocupó de excusa Barraza para adentrarse en más de una decena de hogares), según lo dio a conocer El País.
Los orígenes de La Mataviejitas
Juana Barraza Samperio nació el 27 de diciembre de 1957 en Hidalgo, México.
Su infancia estuvo marcada por las carencias económicas y fue criada por su abuela, quien trabajaba como luchadora profesional en la lucha libre mexicana.
Esta exposición temprana a la violencia y la lucha podría haber influido en la trayectoria criminal de Juana en el futuro, ya que Barraza siguió los pasos de su abuela.
Esta mujer contaba con un equipo y traje profesional pintado de rosa mexicano con una mariposa, así como un nombre artístico, homónimo del documental.
Pese a a esto, tuvo una infancia llena de maltratos físicos y psicológicos de parte de su madre, quien la ofrecía al mejor postor.
Esto, junto a la separación de su pareja fueron momentos que, de acuerdo con lo relatado por la propia Barraza, la llevaron a ser conocida como la Mataviejitas.
“Yo odiaba a las señoras, porque mi mamá me maltrataba, me pegaba, siempre me maldecía y me regaló con un señor grande”, declaró en alguna ocasión.
Así fue como se convirtió en una mujer vestida de rojo que llamaba a la puerta y se presentaba como asistente social para al final del día maniatar y estrangular a más de una docena de mujeres de la tercera edad.
Sus crímenes
Entre los años 2002 y 2006, una serie de asesinatos de mujeres mayores conmocionó a la Ciudad de México.
Las víctimas eran estranguladas con cordones, medias u otros objetos y sus cuerpos eran abandonados en sus propias casas. A medida que aumentaron las muertes, la alarma se extendió en la ciudad.
La policía y los medios comenzaron a vincular los asesinatos, dando paso a la formación de un perfil criminal, pero originalmente se pensó que el responsable sería un hombre.
A pesar de la falta de pruebas concretas, surgieron similitudes en los casos: las víctimas eran mujeres solteras, mayores y de bajos recursos.
Todo esto terminó el 25 de enero de 2006, tras asesinar a Ana María de los Reyes Alfaro de 89 años. Su modus operandi comprendía avenidas de gran circulación en la ciudad, que jugaban un papel clave en su escape.
Sin embargo, en aquella ocasión no se percató de que la octogenaria no vivía sola y tenía un inquilino, lo que finalmente la llevó a su detención.
Este incidente en enero del 2006 llevó a su detención y al descubrimiento de pruebas que la relacionaban con varios de los asesinatos anteriores.
Durante el juicio, Barraza se declaró culpable de 16 asesinatos y fue condenada a 759 años de prisión.
El móvil detrás de los asesinatos de Barraza Samperio sigue siendo objeto de debate. Algunos sugieren que sus propias dificultades personales podrían haber influido en su actitud hacia las mujeres mayores.
Además, el deseo de sentir poder y control sobre sus víctimas podría haber sido un factor motivador.
El caso de Barraza puso de manifiesto la presencia de asesinos en serie en México y resaltó la necesidad de una mayor atención a los problemas psicológicos.
Además, llevó a un aumento en la conciencia pública sobre la violencia de género y la vulnerabilidad de las personas mayores en la ciudad.