Han sido meses duros para el príncipe Carlos. No sólo estuvo contagiado con covid-19, sino que la nueva temporada de The Crown revivió viejas heridas en el público y despertó la furia en nuevas generaciones por su historia con la princesa Diana.

Como si todo esto fuera poco, su hijo Harry y su nuera Meghan concedieron una explosiva entrevista a Oprah Winfrey, donde la figura del príncipe de Gales quedó muy mal parada.

Según Harry, su padre no sólo cortó su ayuda financiera sino que también dejó de atender sus llamadas. A esto se sumaron los dichos de Meghan, quién aseguró que un miembro de la familia real manifestó su preocupación por el tono de piel que tendría su hijo con el duque de Sussex.

El público de inmediato comenzó a especular sobre quién sería este personaje y muchos apuntaron directamente a Carlos, cuyo nombre ya había sido muy golpeado en las redes sociales este año.

El programa fue un recordatorio para el príncipe de otra entrevista realizada 25 años antes y que también hizo daño a su imagen para siempre. Un año después de que él reconociera en público su amorío con Camilla Parker Bowles, la princesa Diana no se guardó nada y habló abiertamente de lo vivido con Carlos y la familia real.

En dicha conversación con BBC, la princesa Diana recordó cómo una frase de Carlos sobre su peso había desatado en ella la bulimia que la persiguió por años, también habló de sus intentos de suicidio, de la poca atención que le prestaba y como las infidelidades estuvieron presentes cada día de su matrimonio.

Imagen real | The Crown

Este fue un punto de inflexión en la relación entre el público y el príncipe, quién a pesar de intentarlo por años no ha logrado recuperar el cariño que alguna vez la gente le tuvo.

Carlos nació para ser rey, sin embargo, a sus 72 años no ha podido cumplir con su destino. Y en ese recorrido, el príncipe pasó de ser el soltero más codiciado del mundo al miembro menos popular de la realeza, con casi nula cercanía con el pueblo y descrito por Tom Bower, el autor de Rebel Prince, como “petulante e indiferente a los momentos en que causa daño”.

Diferentes encuestas han dejado en claro que los británicos preferirían que el príncipe de Gales diera un paso al costado tras la muerte de la reina Isabel, y que fuera su hijo mayor, el príncipe William, quién subiera al trono y se convirtiera en el próximo rey de Inglaterra.

Camila Parker Bowles, su esposa, tampoco ha ayudado a limpiar la imagen de Carlos frente al público. De hecho, precisamente ella es uno de los principales factores del rechazo del público, que la sigue viendo como la enemiga de Diana y como la responsable del fin del cuento de hadas de los príncipes de Gales.

La cuarta temporada de The Crown precisamente aborda esta etapa de la vida del príncipe Carlos. Los capítulos de la serie de Netflix muestra cómo el príncipe fue prácticamente obligado a encontrar una esposa cuando se acercaba a los 30 años a pesar de estar enamorado de Parker Bowles.

La serie retrata momentos duros en la vida de ambos y cuando él empezó a tener celos de la devoción que el público le mostraba a la princesa, en comparación que la que sentían hacia él. Sin mencionar cómo Camila siempre estuvo presente en sus vidas.

Carlos y Camilla

El excesivo interés de la prensa por la princesa Diana empeoró las cosas y puso una mayor presión a una situación que era difícil de por sí. De hecho el príncipe Harry aseguró en su entrevista con Oprah qué temía que la historia se repitiera si ellos permanecían como dentro de la familia real.

Lady Di murió en 1997 en un confuso accidente automovilístico en Francia, mientras era perseguida por un grupo de paparazzis que buscaban fotografiarla junto a su entonces pareja Doddy Al Fayet.

William tenía 15 años y Harry 12 cuando perdieron a su mamá, desde entonces su padre y su abuela se convirtieron en parte fundamental de su vida.

En su entrevista con BBC Diana reveló que Harry era mucho más cercano a su padre que su hermano, a pesar que Carlos no estuvo feliz cuando supo que su hijo era un niño, ya que él esperaba que fuera una niña. El hombre estaba tan decepcionado que a las pocas horas de nacido el bebé y tras dejar a Diana en su Palacio, se fue para jugar polo con sus amigos.

A pesar de esto, la relación de padre e hijo siempre fue buena, incluso cuando Harry se casó con Meghan y tras la polémica con el padre de la ex actriz, el duque le pidió al príncipe de Gales que la acompañara al altar. Hoy claramente esa relación está rota tras la decisión de Harry de dejar la realeza y haber provocado una de las mayores crisis de la monarquía en 85 años.

Pero con todo en contra ¿puede Carlos convertirse en rey?

YouGov, una de las mayores encuestadoras de Reino Unido, realizó dos encuestas en junio y diciembre del año pasado para averiguar cuántos británicos preferirían ver al duque de Cambridge como el próximo rey en lugar de su padre, por supuesto, en un escenario hipotético.

El ganador claro fue William, quién superó a su papá por una cantidad importante de preferencias.

“¿Efecto The Crown? El príncipe William ahora tiene ocho puntos de ventaja sobre el príncipe Carlos en la preferencia del público para suceder a la reina. William – 40 por ciento (+2 desde junio), el príncipe Carlos – 32 por ciento (-5)”, tuiteó YouGov.

Carlos y Williams en 2018 | AFP

Pero sin importar lo que diga las encuestas y pese al rechazo popular, cuando la Reina Isabel deje el trono, Carlos automáticamente se convertirá en el próximo rey de Reino Unido.

La situación de Carlos Hoy

Hace unas semanas se informó sobre un problema de salud que provocó que el Príncipe Felipe, esposo de Isabel II fuera hospitalizado “por precaución”, según detallaron desde palacio.

Inmediatamente aquello suscitó una serie de rumores en torno a la monarca, algunos indicando una posible abdicación a sus 94 años, en caso que el Duque de Edimburgo falleciera.

Para Luis Clemente Quijada, académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, aquella situación no pasa de ser un rumor, ya que en su visión la reina tiene otros motivos para continuar.

“Creo que la reina de Inglaterra está pensando en estos momentos en fallecer en el cargo, es decir, continuar ejerciendo su papel hasta el último de sus días mientras su salud se lo permita”, indicó a BiobioChile.

“Esto tiene un por qué, y es porque ella sabe que su relevo en la corona, es decir el Príncipe de Gales, no es la persona más querida por la opinión pública, es decir, sin dudar de la capacidad de Carlos para ejercer como futuro rey, está claro que la opinión pública no lo acepta como sí quiere a la actual reina”, añadió en su análisis.

María Loreto Urbina es una periodista chilena, académica de Comunicación y Periodismo de la Universidad de Wolverhampton, quien ya lleva varios años viviendo en Reino Unido; por lo que ha seguido de cerca las reacciones en el pueblo británico sobre estos últimos hechos.

En su análisis a BioBioChile aseguró que la emisión de la entrevista de Meghan y Harry, así como la cuarta temporada de The Crown, no afectaron la imagen que tiene la ciudadanía de ese país respecto a la Familia Real, aunque hay que esperar para saber qué efecto tendrá esto en Carlos.

“Aquí el público británico sigue apoyando a la Familia Real, de hecho la monarquía y la reina en particular tienen un apoyo sobre el 70%, así que con la serie y con la entrevista el público apoya a la monarquía. Esta entrevista no lo ha cambiado”, expuso.

“Ahora, viendo una de la encuestas más grandes, que es YouGov, viendo el data que hay en este momento, en esta semana mientras que la reina y Familia Real tienen un apoyo del 36%, Meghan y Harry sólo tienen un 22%. Así que la entrevista no cambió radicalmente esa visión”, analizó.

“Ahora, desde un punto de vista comunicacional y estratégico, esta entrevista estuvo enfocada al público norteamericano. No solamente porque se la dio a Oprah, y en un horario prime para Estados Unidos, sino que si te fijas los temas que tocó, como el racismo, estos encajan mejor en la agenda norteamericana, que ha estado bastante convulsionada con el movimiento Black Lives Matter, por el abuso policial en ese país”, continuó.

Meghan y Carlos | AFP

“En este sentido, y volviendo a la misma encuesta, el 47% de los británicos encuentra que la entrevista fue inapropiada, mientras que el 44% de los estadounidenses tiende a creerle a Meghan y Harry. Si te fijas, esta entrevista estuvo más que nada enfocada al público norteamericano”, comentó.

Para Urbina, otra situación interesante que reflejó esta encuesta fue que el público más joven, entre 18 y 24 años, mostró un apoyo mayor a los Duques de Sussex, mientras que los adultos sobre 64 reflejaron un comportamiento apegado a la monarquía.

“Ahora, ¿Qué implicancias puede tener estos en el futuro? Hay que esperar y ver lo que pasa, pero, como te digo, en este momento no hay ningún cambio a lo que es el apoyo de la Familia Real Británica”, expresó.

El futuro para la realeza en ese país, al menos en el mediano plazo, es Carlos y Camilla Parker Bowles. La última, por décadas, ha sido un personaje que ha generado polémicas al interior del organismo.

Para Luis Clemente, Parker Bowles podría ser otro inconveniente para la realeza y su popularidad, teniendo en cuenta la identificación que gran parte de la comunidad tuvo con la exesposa de Carlos, Diana de Gales.

“Camilla Parker igualmente no es la persona más querida por la opinión pública, sí lo era Lady Di. Ella es vista como una usurpadora de lo que tendría que haber sido Lady Di, además se une a ello que Camilla proviene de una familia aristócrata y en la actualidad algo que están poniendo en práctica muchas de las monarquías que subsisten es que los príncipes y princesas no contraigan matrimonio con miembros de la Aristocracia, es decir, que haya una especie de apertura hacia el pueblo, independientemente de su poder adquisitivo o de su riqueza”, señaló.

“Esto se ve como una forma de aperturismo o adaptar las monarquías actuales, y en ese sentido Camilla Parker, al proceder de una familia aristócrata, se uniría esa idea a ese rechazo que tiene la opinión de su figura”, agregó.

Para Clemente, el presente no estaría a favor del príncipe Carlos en esta oportunidad, teniendo en cuenta además las posibles consecuencias que The Crown y la entrevista de los duques puedan tener sobre su figura.

“Eso ha dado lugar a que el príncipe sea visto como una persona poco apta para ser rey, cargo que además ejerce sin que nadie lo elija. A partir de eso la opinión pública es mucho más exigente, es decir, ‘si vas a heredar un cargo sin que podamos votarte o removerte, esperamos que seas una persona capaz y distinguida”, destacó.

Monarquía racista

Para María Loreto Urbina, el racismo fue uno de los puntos de la conversación de los duques que generó mayor discusión en Reino Unido, aunque sin dejar a la Familia Real como una “familia racista”.

Harry y Meghan en entrevista con Oprah

“Lo que ha generado bastante debate es el tema del racismo, y en la implicancia que tuvo ese tema en la cobertura que ella recibió en los medios mientras ella fue un senior royal. Es un tema que no sólo salió en esta entrevista, de hecho en octubre de 2019 unos 70 miembros del parlamento, mujeres, tanto conservadoras como laboristas, firmaron una carta de apoyo a Meghan, por el trato injusto que, a juicio de ellos, había recibido en la prensa”, analizó.

“Por ejemplo Buzzfeed, ese mismo año, comparó titulares entre Kate Middleton y la cobertura que recibió Meghan. Veinte titulares y la mayoría tendía a ser negativos con Meghan. Lo mismo hizo The Guardian que tituló el año pasado una nota, de la misma forma que lo hizo Buzzfeed, que ‘Meghan podía recibir el doble de la cobertura negativa en comparación a otros miembros”, indicó.

Hay que señalar que, en la misma entrevista con Oprah, Harry sostuvo estar decepcionado de su padre, Carlos, dejando entrever que entre ambos actualmente no existe relación.

“Me siento realmente decepcionado, porque él ha pasado por algo similar, sabe cómo se siente el dolor y Archie es su nieto”, indicó.

A comienzos de este año, los duques debieron devolver algunos títulos y honores a Isabel II, luego de haber definido su salida definitiva de la Familia Real.