La joven y su equipo desarrollaron un método que permite identificar el volumen que rodea a las galaxias, aquella zona del espacio que no emite luz.

Así como el Cosmos está repleto de estrellas, planetas y otros fenómenos astronómicos que emiten luminosidad, también hay zonas desconocidas que permanecen en la oscuridad, como el llamado “lado oculto” del universo.

Se trata en concreto del volumen que rodea a una galaxia, las zonas del espacio con mayor complejidad para los estudiosos del área, porque no emiten luz. Sin embargo, ya se descubrió un método para detectarlo.

Esto último gracias a un grupo de científicos liderado por la astrónoma chilena de 26 años, Antonia Fernández, Magíster en ciencias mención Astronomía de la Universidad de Chile y actualmente estudiante de programa de Ph.D en Astrofísica de la Swinburne University of Technology, en Australia.

“Es muy difícil investigar estas zonas porque emiten muy poca luz. Pero hacerlo es clave, ya que ahí se producen procesos que influyen en la formación de galaxias“, explica en un comunicado de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la U. de Chile.

“En el pasado existían técnicas que las estudiaban, pero solamente lograban datos de pequeñas partes de dicho medio. Pero, ahora logramos una mejor observación de la zona completa de una galaxia individual“, precisa.

¿Cómo detectar el lado oculto del universo?

Para ello, Fernández y su equipo se dedicaron a observar una galaxia con forma similar a la de una moneda y así determinaron que “estaba expulsando materia desde ambas caras“.

“Nuestro equipo desarrolló una novedosa técnica que nos permite estudiar volúmenes grandes del medio circumgaláctico, como se le conoce el espacio que rodea una galaxia y que contiene una gran cantidad de gas”, puntualiza Antonia.

Estos datos fueron obtenidos a través del Multi Unit Spectroscopic Explorer (MUSE), instrumento del Very Large Telescope que se encuentra en el observatorio Paranal (ESO), en el norte de Chile. La investigación partió en 2018 y ahora finalmente fue publicada en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.