Los proyectos de ley sobre Educación, aborto, además de la situación de la seguridad pública, marcaron las oraciones y prédicas de los evangélicos en su tradicional Te Deum de Fiestas Patrias.
Al respecto, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, valoró las palabras de los evangélicos y dijo que para salir de la crisis de la representatividad se deje trabajar unidos.
En este sentido, el Obispo de la Iglesia Evangélica Pentecostal Reformada, Emiliano Soto, calificó de alarmante la pérdida de confianza en los liderazgos, las relaciones sociales y otras instituciones.
El discurso de Soto -el más político de todos- estuvo marcado por lo que él llamó los “sueños de la Iglesia Evangélica”, entre ellos, terminar con la corrupción, que se trabaje en la seguridad pública demandada por la ciudadanía y donde se valore la vida de todo ser, desde su concepción a su muerte.
Al término de la homilía en la catedral Evangélica, la presidenta Bachelet dijo que el mensaje evangélico habló de la unidad que necesita el país.
Respondiendo a las críticas planteadas por los obispos, el ministro Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz, dijo que todas las opiniones ayudan a construir al país.