El ex primer ministro británico Tony Blair declaró este viernes que “no se arrepiente” de haber derrocado al presidente iraquí Saddam Hussein, al término de su anticipada comparecencia ante la comisión que investiga la participación británica en la guerra de Irak.
Interrogado sobre si sentía arrepentimiento por haber metido a Gran Bretaña en ese conflicto, Blair respondió: “responsabilidad, pero no arrepentimiento”.
La afirmación fue acogida por gritos de “asesino” y “mentiroso” por dos personas del público, según las cadenas de televisión BBC y Sky.
“Creo que (Saddam) Hussein era un monstruo que amenazaba no sólo la región, sino también al mundo”, agregó Blair al término de una comparecencia de seis horas en una sala de audiencias en el centro de Londres.
“Creo genuinamente que el mundo es por consiguiente más seguro”, concluyó.
Blair testificó este viernes sobre su decisión de meter al Reino Unido en la impopular guerra de Irak liderada por Estados Unidos en marzo de 2003, un conflicto que todavía hoy sigue dividiendo a los británicos.