Por vez primera en China, ocho hombres concursan este viernes por el título de “Mr. Gay”, un signo de que la tolerancia avanza en un país en el que la homosexualidad sigue siendo todavía objeto de oprobio.
El vencedor del concurso de belleza representará a China en la competición mundial de “Mr. Gay” que se realizará en Noruega el mes que viene.
“Si el vencedor es alguien viril, atractivo y responsable, esa imagen permitirá ayudar a la sociedad”, declaró a la AFP Jiang Bo de 29 años y uno de los participantes oriundo de la provincia de Sichuan.
“Mucha gente desconoce a los homosexuales y piensa que son gallinas, hombres afeminados. Esto no es verdad, hay muchos que son muy viriles y son tan responsables como los heterosexuales”, agregó.
La decisión de Jiang, miembro de la minoría étnica Tujia, es un reto personal cuyas consecuencias podrían ser importantes.
En efecto, su familia no sabe todavía que es homosexual, y él espera que no se entere a raíz de su participación en el concurso, organizado por un club nocturno de Pekín y que será cubierto sobre todo por la prensa extranjera.
“Sería sumamente incómodo para toda la familia que se viera desacreditada porque su hijo es homosexual. Pero si lo descubren, no lo negaré. El destino decidirá”, dijo Jiang.
Ben Zhang, organizador de “Mr. Gay Chine”, espera, por su parte, que el concurso “aliente a sentirse mejor con su sexualidad” a los que todavía no se atreven a asumirla en público.
Aunque la vida de los homosexuales ha mejorado en los últimos años en China, sobre todo en las grandes ciudades, muchos de ellos siguen ocultando su condición o se casan a raíz de la presión de sus padres, una situación agravada por la política china del hijo único.
Según expertos chinos citados por los medios de información, habría en china unos 20 millones de hombres homosexuales y diez millones de lesbianas.
En China, la homosexualidad era un delito hasta 1997 y fue considerada como enfermedad mental hasta 2001. Desde entonces, fue creciendo su visibilidad en la sociedad.
En junio pasado tuvo lugar en Shanghai un primer festival del orgullo gay, de manera discreta y del que ciertos actos fueron anulados por las autoridades.
“Aunque la participación en estos acontecimientos es limitada, las informaciones son ampliamente difundidas a través de internet, e incluso en la prensa escrita”, afirma Patrick Bao, estudiante de la Universidad de Sídney que realiza una investigación sobre la homosexualidad en China.
“Estos acontecimientos tienen un efecto importante en los gays de China”, “los alientan”, dijo Bao, que es homosexual y chino.
El miércoles, el diario oficial China Daily publicó en primera plana la foto de la primera “boda” homosexual del país, una ceremonia simbólica puesto que China no reconoce el matrimonio homosexual.
El mes pasado, el primer bar gay del país abrió sus puertas en Dali (provincia de Yunnan, suroeste), con el apoyo del gobierno cuyo objetivo es promover los esfuerzos de prevención del sida.