El candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, afirmó que para conformar su eventual gobierno no era delito ni pecado haber trabajado en la dictadura de Augusto Pinochet, como lo hicieron gran parte de sus colaboradores.
“La verdad es que el hecho de haber trabajado para un gobierno, incluyendo el gobierno militar no es pecado, ni es delito, lo que es pecado son los que cometieron delitos, por ejemplo los que atropellaron los derechos humanos”, dijo Piñera en una entrevista a TVN.
El candidato mostró un giro ante una postura inicial frente al tema, cuando señaló que era “poco probable” integrar en su eventual equipo de gobierno a ex colaboradores de Pinochet, contradiciendo además a su jefe de campaña, Rodrigo Hinzpeter, quien cerró la puerta a cualquiera que hubiera tenido un cargo en el régimen militar.
“No va a hacer un gobierno con gente que participó o tuvo cargos de primera importancia y probablemente de segunda y tercera (en la dictadura)”, señaló Hinzpeter.
La mayoría de los cercanos colaboradores de Piñera formaron parte de la dictadura que por 17 años encabezó Pinochet, aunque en cargos de menor rango, como el ex alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, quien colaboró en materias económicas.
Piñera, quien compite por segunda vez, es el favorito para adjudicarse el próximo balotaje. Los últimos sondeos le dan entre un 46 y un 48%, frente a un 40% del oficialista Eduardo Frei.