Un joven australiano debió ser sometido a una compleja y poco habitual operación que finalmente terminó de manera exitosa.
El protagonista de esta historia es Zac Mitchell, de 20 años, quien perdió el dedo pulgar de su mano derecha luego de verse involucrado en un accidente con un toro en la granja en la que trabaja.
Tras el hecho, Mitchell envolvió su mano herida con una toalla y tomó algunos calmantes para el dolor, mientras sus compañeros intentaban conservar su dedo junto a heladas cervezas.
Posteriormente fue llevado hasta un hospital ubicado a más de 100 kilómetros de distancia.
Desde aquel lugar fue derivado a un centro médico en Perth, en el oeste del país. Y aunque los expertos trataron de poner nuevamente su pulgar en dos oportunidades, los intentos fueron infructuosos.
Fue ahí cuando surgió la idea de trasplantar su dedo del pie. “Los cirujanos me explicaron que un pulgar prostético era inútil, y ahí me hablaron de poner el pulgar del pie como última opción”, contó el joven al periódico ABC.
¿Pero por qué alguien aceptaría sacrificar un dedo del pie para tener los cinco de la mano? Tal como explicó Sean Nicklin, jefe del equipo que llevó a cabo la operación, la mano pierde muchas de sus funcionalidades si es que no tiene un pulgar oponible.
Tal como se puede apreciar en las impactantes imágenes, el resultado fue positivo. Y aunque aún le resta todo un año de rehabilitación para acostumbrarse a su nuevo dedo, Mitchell prefiere ser optimista. “Podré volver a trabajar y hacer rodeo”, indicó.
