El submarino argentino “ARA San Juan” continuaba desaparecido el miércoles en el Atlántico Sur, siete días después de reportar una avería, sin determinarse si está sumergido en fase crítica de oxígeno para la supervivencia de sus 44 tripulantes o flota a la deriva en alta mar.

“No hay rastros. No hay ningún tipo de contacto detectado ni indicios. Estamos en una fase crítica de oxígeno en el séptimo día, si el escenario fuese de que está en inmersión”, dijo el vocero de la Armada (marina de guerra), Enrique Balbi, en el primer parte matutino.

Aeronaves y buques de 13 países lo están buscando en un área de casi 500.000 km2. No hay comunicaciones con el submarino ni tampoco señales de pedido de socorro.

Un operativo de alerta preventiva se organizó en hospitales de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia, a 1.760 km al sur, adonde podrían ser llevados los marinos si fuesen hallados.

El experto francés Dominique Salles, excomandante de submarino y presidente de una asociación francesa de exsubmarinistas, la AGASM, dijo, sin embargo, que hay una “esperanza razonada” de rescate.

“En un submarino, los incidentes más graves que uno puede temer son una filtración de agua y un incendio. En los submarinos modernos las medidas de seguridad intrínsecas y el entrenamiento de la tripulación permiten normalmente combatirlos”, expresó Salles.

La nave había zarpado hace diez días desde Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, rumbo a su base en Mar del Plata.

Varias veces hubo falsos alertas de hallazgos en ultramar, como balsas, bengalas y sonidos.