Respecto a las comidas excesivas producto de las Fiestas Patrias, la directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Santo Tomás (UST) de Viña del Mar, Pilar Fuster, expresó que las personas suelen recurrir a los antiácidos para reducir los trastornos, y que ellos “son efectivos siempre y cuando son bien indicados y que sean empleados ocasionalmente”.

La especialista dijo que “el estómago produce normalmente una sustancia ácida para ayudar a la digestión de los alimentos y eliminar bacterias. Este ácido es corrosivo, por lo que el organismo produce su propia mucosidad, como barrera natural de protección”.

“Entre los fármacos de venta libre, más utilizados por la población para el manejo de estos trastornos, están los protectores de la mucosa gástrica y los antiácidos. Todos ellos son efectivos, si son bien indicados y empleados ocasionalmente, pero pueden provocar efectos secundarios y/o adversos, los que son habitualmente desconocidos”, agregó la académica de la UST viñamarina.

Según explicó la especialista, el riesgo del uso de estos antiácidos es que “si bien reducen el ácido en el estómago, también pueden interferir con el movimiento normal del intestino (estreñimiento o diarrea), o pueden producir vértigo, cefaleas, náuseas, inapetencia, fatiga, entre otros”.

“Aunque se trata de fármacos que ayudan a tratar la acidez gástrica y actúan cambiando el pH del estómago, reduciendo el ácido en el estómago, también pueden interferir con el movimiento normal del intestino (estreñimiento o diarrea), o pueden producir vértigo, cefaleas, náuseas, inapetencia, fatiga, entre otros”, explicó la experta.

Pilar Fuster, igualmente advirtió que “los fármacos inhibidores de la secreción ácida gástrica (ej.famotidina, ranitidina u omeprazol), aunque son efectivos, al limitar la acción de los jugos gástricos, impiden la destrucción de las bacterias patógenas que ingerimos con la comida. Dichos microorganismos pueden colonizar el estómago y alcanzar el aparato respiratorio por reflujo, produciendo infecciones como las neumonías. También reduce la absorción de la vitamina B12 y disminuye la absorción de calcio en el organismo”.

Por ello, la académica recomendó en caso que los síntomas persistan o se acrecienten, lo correcto, acudir a un centro asistencial para recibir atención profesional y “no recurrir a la peligrosa automedicación”.

En líneas generales, Fuster aconsejó disminuir el consumo de alimentos irritantes: café, condimentos, salsa, ají, alcohol; beber suficiente agua: 2 litros por día, de preferencia sin azúcar ni gas; evitar consumo de alimentos con alto contenido graso ya que disminuyen el vaciado gástrico y aumentan la secreción de ácido en el estómago, aumentando el malestar.

También, preferir acompañar el consumo de carne con vegetales, especialmente verdes; evitar automedicarse ya que hay fármacos que producen gastritis, tales como los antiinflamatorios, por ejemplo, la aspirina o el ibuprofeno; evitar fumar y disminuir consumo de bebidas alcohólicas ya que son irritantes y aumentan el trabajo del estómago, más aún si se está en ayunas. También, controlar el estrés con actividad física y recreativa periódica.