Cuando se trata de comida rica, nada puede aminorar las ganas de empezar y no terminar con ella, pero últimamente se habla de que la comida es también una ilusión sensorial y el apetito puede ser susceptible de ser alterado según las circunstancias.

De acuerdo a con un estudio del Colegio de Medicina Albert Einstein de Nueva York, después de pasar varias horas con hambre, producto de una dieta estricta por ejemplo, el cerebro padece una escasez de nutrientes, lo que desata que las neuronas comiencen a comerse entre sí.

Este proceso se denomina autofagia y genera una serie de señales químicas que obligan al cuerpo a ingerir alimentos de manera rápida, lo que genera finalmente que comas muy urgente.

Pero para evitar que esto suceda y no generar problemas de salud que lleven a una obesidad, existen formas para engañar al cerebro y así evitar comer más de lo necesario. El sitio Yahoo Mujer elaboró un listado con las 4 ‘ingeniosas’ formas pasar traicionar a tu mente y así comer a horas indicadas y lo adecuado.

1. Comer menos cantidad: Una de las bases de una dieta efectiva para perder peso es ajustar las cantidades al gasto energético real. A menudo comemos mucho más de lo que necesitamos. Pero hay trucos con los que engañar a la mente para reducir la ingesta. Investigadores de la Universidad Vanderbilt exliplican que la atención debe centrarse en disminuir la parte de los alimentos poco saludables, pero al mismo tiempo aumentar la cantidad de los sanos que los remplacen.

2. Esperar 20 minutos: Si tienes unas ganas irrefrenables de comer algo entre horas, por ejemplo, un dulce o un ‘snack’, prueba a esperar 20 minutos antes de llevártelo a la boca. En muchas ocasiones, esa ansiedad por comer habrá desaparecido.

3. Coordinar el color de tus platos con tu mantel: Este truco camufla el tamaño del borde del plato, haciendo que veas más la ración de la comida que el tamaño del plato a su alrededor.

4. Comer despacio: En un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association, demostró que las mujeres que comieron sus alimentos de forma pausada, ingirieron menos calorías y tomaron mucho más agua. Según la invesigación, esto ayuda a sentirse saciada y no necesitar comer de más.