Uno de los puntos más discutidos respecto a las termoeléctricas, son sus efectos medioambientales, y en Coronel bien saben de esto.

A la contaminación del aire, que fue por décadas “tierra de nadie” en la comuna minera, se suma el acento en los efectos en el mar, producto de la temperatura, cloración y succión de las aguas.

Las gerencias de Endesa y Colbún niegan cualquier relación con las varazones y la disminución de recursos. Pero las algueras siguen en pie de lucha por la falta de respuestas frente al peligro de su fuente laboral.

La crónica es de Cristián Valdebenito:

Víctor Salazar | Agencia UNO

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