La situación que vive Chile es delicada y las emociones están a flor de piel. Muchos chilenos viven un conflicto interno y tienen sentimientos encontrados con las manifestaciones, los saqueos y las demandas sociales.

Es por ello que saber manejar nuestros sentimientos y emociones se vuelve vital para la salud mental, especialmente cuando tenemos niños y los adultos mayores a nuestro cargo.

Maven Lomboy, psicóloga clínica y académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Finis Terrae, explica cómo controlar esta dualidad. Para ella lo primero es “generar espacio interior de calma y seguridad”.

“Para ello se recomienda mantener una respiración lenta y profunda por al menos tres minutos varias veces al día, que te permita traer tu mente al momento presente y disminuir la oscilación entre el pasado y el futuro. Luego identifica las sensaciones que puedas estar experimentando a nivel físico, aceptando lo que sientes y soltando cualquier tensión innecesaria que puedas estar sintiendo”, explicó.

También resulta de mucha ayuda “expresar lo que sientes y preocupa con personas cercanas que sean de tu confianza, evitando caer en interpretaciones exageradas y negativas que perturben tus pensamientos y emociones”, dijo.

Asimismo, aconseja acoger los sentimientos. “Relaciónate de manera amable con los sentimientos que te generan dolor o incomodidad, evitando pensamientos innecesarios que aumenten tu sufrimiento”, añadió.

También resulta vital “mantener un trato amable, comprensivo y compasivo con uno mismo en momentos de sufrimiento y al mismo tiempo tomar consciencia de que no somos los únicos que estamos sufriendo, sino que otras personas también están pasando momentos difíciles”.

“Eso nos permite ir despertando el deseo de aliviar no sólo nuestro sufrimiento, sino que también el de los demás. La solidaridad y la generosidad son muy buenos aliados para quien los practique y para el entorno”, añadió.

No obstante, también afirma que hay que dosificar la cantidad de información que consumimos.

“Se debe considerar sólo información que provenga de fuentes confiables, como por ejemplo: asegurarse que el sitio web posea trayectoria y prestigio; Corroborar que el autor sea fiable; Comprobar la fecha en la que se generó la información; No quedarse sólo con el titular; Comparar con otras fuentes confiables o sitio web que permitan verificar la información”, explicó.

Según añadió “una sobreexposición a la información no implica saber más, sino que podría generar perturbación y/o aumentar el estrés, la angustia, etc”.

Cómo ayudar a los niños

Para la psicóloga “es necesario ayudar a los niños a enfrentar periodos de crisis, reestableciendo en ellos sentimientos de seguridad, que a pesar de los peligros, los adultos estamos con ellos para cuidarlos”.

En esta línea el grupo de profesionales de apoyo en crisis (Oteyza, 2014), recomiendan lo siguiente:

1. Los adultos deben mantener la calma:

Los niños perciben la angustia de los adultos, por ello es importante estar tranquilos para responder con calma a sus necesidades, lo que favorecerá que se sientan seguros.

2. Reconocer que algo está pasando y enfrentarlo hablando.

Son muy buenos observadores se dan cuenta cuando algo no anda bien, y podría generarles mayor preocupación si no hablamos con ellos y les explicamos de acuerdo a su nivel de entendimiento.

3. Hablar con la verdad.

Es importante aclarar las inquietudes de los niños, explicándoles la situación de manera sencilla. Hacer una descripción objetiva de los hecho evitando interferencias emocionales en el relato.

4. Ser amable y cariñoso.

La presencia de un adulto tranquilo que es capaz de hacerles cariño les da seguridad.

5. Ayudarles a que expresen lo que sienten.

Ya sea de manera verbal o no verbal

6. Evitar que vean imágenes violentas.

Muchas veces los niños no son capaces de procesar lo que ven, sin embargo las imágenes podrían resultar perturbadoras aunque no las entiendan.

7. Llevar a cabo actividades positivas.

Realizar actividades que los estimulen positivamente como jugar en familia, realizar oraciones juntos, etc.

¿Y a los adultos mayores?

Según la Organización Mundial de la Salud, “las personas mayores no son simplemente un grupo de población vulnerable. Por el contrario, generalmente son muy resistentes y adaptables y gracias a su conocimiento de la comunidad, la experiencia de emergencias anteriores y su posición respetada dentro de la familia y la sociedad representan recursos valiosos que conviene aprovechar”.

Sin embargo, también son un grupo que necesitan de apoyo. Situaciones como las actuales pueden provocar ansiedad y angustia, principalmente por el bienestar de sus familiares, por ello es importante estar atentos a sus necesidades.

También es importante darles un espacio para hablar y que expresen sus sensaciones y emociones, sin interpelarlos ni reprimirlos. Además de estar siempre atentos a lo que puedan requerir en términos físicos, considerando que no podrán movilizarse como lo hacen siempre.