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Jessica Mejías, una chilena que emigró a Estados Unidos a los 17 años en 1984, decidió establecerse en el país norteamericano. Junto a su esposo Francisco, abrieron una panadería llamada Los Andes Bakery en Sleepy Hollow, New York, al percatarse de la falta de una amasandería que ofreciera productos chilenos en la comunidad. A pesar de los desafíos iniciales, lograron hacer crecer su negocio y mantener sus raíces chilenas, atrayendo a una clientela diversa. Jessica destaca las oportunidades que ofrece Estados Unidos para quienes llegan con determinación y se integran a la sociedad, aunque reconoce las diferencias y desafíos que ha enfrentado desde su llegada.

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Jessica Mejías, es una chilena que llegó a los 17 años a Estados Unidos. Llegó en 1984, cuando había pocos latinos y decidió que iba a quedarse. Al cabo de seis años, junto a su esposo Francisco, decidieron abrir una panadería, en el pueblo de Sleepy Hollow, ubicado en el estado de New York.

La idea surgió luego de radicarse en Sleepy Hollow, cuando la pareja notó que la comunidad no contaba con una amasandería que ofreciera pan amasado y dulces chilenos.

En compañía de su esposo, cuyos padres se dedicaron al oficio de panaderos, abrieron Los Andes Bakery, una tienda que mantiene sus raíces chilenas.

A continuación la historia de una familia que pudo cumplir el “sueño americano” en Estados Unidos.

Jessica Mejías, dueña de la primera panadería chilena en Nueva York: “Quería tener mejores oportunidades”

El motivo del viaje de Jessica a Estados Unidos, cuando apenas había salido de cuarto medio, era porque “quería tener mejores oportunidades”, expresa de entrada, la chilena que vive hace más de 40 años en New York.

“Los primeros años fueron muy difíciles. Llegué a estudiar el idioma, pero a la vez tenía que ver en qué podía trabajar. Si bien el primer año viajé a Chile a ver a mi mamá, me di cuenta de que mi futuro estaba en New York”, afirma en conversación con BioBioChile.

“Adaptarse a la cultura, fue como volver a nacer. Hay que saber hablar y vestirse, es todo diferente”, recuerda Mejías. “Hace 40 años había menos latinos en Estados Unidos, entonces estaba obligada a aprender inglés”.

Francisco y Jessica | Cedida

Al respecto, Mejías expresa que le costó al principio el idioma. “Mi primer trabajo fue en un McDonald’s y había una sola persona que hablaba español y la mayoría solo en inglés”. “Cuando me pedían una cuchara, yo entregaba un tenedor”, comenta riendo.

En cualquier caso, después de vivir por cuatro décadas en el país del norte, Mejías afirma que hay situaciones en que todavía no se acostumbra del todo. “Hasta el día de hoy el invierno te mata, el clima es muy extremo, con mucho calor en el verano y mucho frío en el invierno,”, indica.

“Obviamente, se extraña la comida y tomar once junto a la familia”, destaca Jessica a la presente redacción.

¿Es posible salir adelante en Estados Unidos?

En 1991, fue un año bisagra para Francisco y Jessica, quienes después de varios años, juntaron ahorros para abrir su primera panadería.

“Mi esposo llegó acá en el 85 y sabía todo del rubro. Francisco tuvo la visión de abrir una panadería en Sleepy Hollow”, comenta Jessica a La Radio.

Era la única en la zona, sostiene Jessica. “Había una comunidad bien importante que quería comer una hallulla, un pan amasado o una empanada”.

Juntos abrieron Los Andes Bakery, en el año 1991. Aunque ambos tuvieron un comienzo con cierta dosis de nerviosismo.

Una crónica publicada en The New York Times, recoge el testimonio de Francisco, quien al principio no estaba seguro de que el proyecto funcionaría, cuando al inaugurar su negocio no había ido ningún cliente a comprar el pan.

“No vino nadie”, recuerda el señor Mejías. “Estuve toda la mañana allí sin ningún cliente. Esto, después de haber trabajado 26 horas haciendo el pan y los pasteles para el día de la inauguración.’¿Qué he hecho?’, pensé, pensando en el dinero que debía. Sentí tal desesperación que para tranquilizarme me fui a casa a descansar un rato. Recé. Y mis oraciones fueron respondidas”.

No obstante, los clientes llegaron por el “boca a boca”. “Lo que pasó es que no tenía dinero para publicidad”, afirmó Francisco en la ocasión.

De este hecho, pasaron más de 30 años y Jessica explica a BioBioChile que en estos días, la realidad es distinta, el negocio crece y planea expandirlo. “Ahora mismo estoy haciendo un curso que dura un año, donde te dan las herramientas para mejorar tu negocio o como expandirse”, complementa.

El éxito de Los Andes Bakery, la primera panadería chilena

Si bien el nicho era solamente de residentes chilenos en Estados Unidos, Jessica afirma que su clientela ahora es de cualquier parte del mundo. Además, Mejías señala que no le han cambiado el nombre a los productos que ofrecen en los dos locales que poseen, con el propósito de “mantener las raíces chilenas”, sostiene a la presente redacción.

“A los portugueses, alemanes y latinos les gusta por igual la panadería, con estos últimos tenemos productos en común, como el dulce de leche, los alfajores y las tortas de mil hojas”, puntualiza la dueña de Los Andes Bakery.

@honey_mejias

Los Andes Bakery la primera panaderia Chilena en Nueva York. 180 Valley St. Sleepy Hollow NY & 7714 Bergenline Ave. North Bergen NJ

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Entre los productos que venden se encuentran los clásicos brazos de reina, berlines, conejos, tortas y también hacen churrascos y empanadas al horno.

A ellos, les encanta la combinación del churrasco. “Comer un pan con carne, palta, tomate y mayonesa es diferente, cuando el estadounidense está acostumbrado a comer una típica hamburguesa”.

“La misma empanada le llama mucho la atención, porque le ponemos huevo duro, aceituna y pasas. También hacemos empanadas con masa de hojas”.

Estados Unidos: La tierra de las oportunidades

“Estados Unidos todavía sigue siendo la tierra de las oportunidades”, piensa Jessica Mejías, que responde con franqueza sobre las opciones que existen para los inmigrantes que viajan al país.

“El que quiere aprovechar, hay que ser ordenado y el que quiere, puede”, expresa Mejías.

Respecto a lograr el “sueño americano”, Mejías revela que es posible, si se viene a Estados Unidos, con la mentalidad adecuada. “Hay que ser perseverante, paciente y ordenado y si vienen con una idea clara y no volverse loco, o sea, siempre educándose y tratando de integrarse a la sociedad, yo creo que cualquiera puede, si viene enfocado”, reflexiona.

En relación con las ventajas que representa vivir en Estados Unidos, la chilena es categórica en señalar que la visa Waiver, es una herramienta útil, pese a algunas dudas que surgen en torno a ella.

“Ha llegado mucha gente, buena o mala, como en todas partes del mundo”, recuerda a BBCL. La visa Waiver “es un orgullo del chileno”, comenta Mejías. “Lamentablemente, ha llegado gente que no hace cosas buenas y eso nos pone mal como chilenos”.

Desde que vive en Estados Unidos, Jessica Mejías también responde a la pregunta sobre las diferencias entre Chile y Estados Unidos. “Hay mayor seguridad y tranquilidad acá, también hay una seguridad económica”, reconoce.

“Lo que más me marca es que puedo estar tranquila en la calle”, indica. “Puedo manejar el auto y manejar sin temor”, concluye Mejías.