El piloto Gilbert Haldeen Myers desapareció en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial. Hasta ahora, su nombre figuraba entre los soldados estadounidenses desaparecidos durante el conflicto. Sin embargo, tras pericias forences, sus restos fueron hallados e identificados después de ocho décadas.

Después de 80 años, fueron encontrados los restos del teniente segundo estadounidese Gilbert Haldeen Myers, piloto que desapareció en medio de la Segunda Guerra Mundial.

Corría julio de 1943, cuando la aeronave de Myers despegó desde Túnez, en el norte de África, con la misión de atacar el aeródromo de Sciacca, en Sicilia, Italia.

El avión, donde el soldado era copiloto, fue derribado por fuego atiaéreo y se estrelló a 0,8 kilómetros del aeródromo. Si bien se especulaba que un miembro de la tripulación pudo haber saltado antes del impacto, no hubo sobrevivientes confirmados, o constancia de pasajeros prisioneros.

De la lista de desaparecidos a un entierro póstumo

En ese momento, Gilbert Haldeen Myers, de 27 años, fue declarado desaparecido en combate. De esa forma, su nombre figuraba en Muro de los Desaparecidos del cementerio estadounidense de Sicilia-Roma, en Nettuno (Italia).

Sin embargo, gracias al trabajo conjunto de instituciones estadounidenses, ahora su nombre irá acompañado de una escarapela que indicará su ubicación.

Además, el 10 de noviembre, justo antes del Día del Recuerdo, fue enterrado en San Petersburgo, Florida.

Encuentran restos de piloto desaparecido en la Segunda Guerra Mundial

El hallazgo fue realizado por el equipo británico de Recuperación e Identificación de Víctimas del Conflicto (CRICC) de la Universidad de Cranfield y la Agencia de Contabilidad de Prisioneros de Guerra y Desaparecidos en Acción (DPAA) de la Defensa de Estados Unidos.

El equipo forense del CRICC excavó en torno al sitio del accidente, donde hallaron restos humanos que posteriormente analizaron. “Durante nuestras operaciones, excavamos sistemáticamente el terreno, examinando meticulosamente cada pieza que pudiera ser hueso u otra prueba”, explicó David Errickson, profesor titular de arqueología y antropología del Instituto Forense de Cranfield.

Los análisis de ADN, efectuados por la DPAA, junto con pruebas antropológicas y circunstanciales, confirmaron la identificación positiva de Myers. Asimismo, se recuperaron fragmentos del avión.