No sólo hay que estar atentos a las sartenes. También a los envases de comida rápida como McDonalds y Burger King e, incluso, en productos de consumo animal o vegetal.

Al abrir el cajón o armario de tu cocina y tratar de preparar, desde un huevo frito hasta una escalopa (o más), lo primero que salta a la vista es ese utensilio antiadherente, tu sartén favorita. Sin embargo, tienes que hacer un alto, según los expertos: no debes usar teflón.

Las razones no son una ocurrencia antojadiza, como esa preparación que no se pega en las sartenes predilectas de los hogares. Se trata de química, de ciencia y de consejos que, lejos de alarmar, sí deben adherirse en la costumbre humana en pro de la salud.

Un reportero de la televisión alemana se dio a la tarea de investigar, desde lo particular a lo general, las incidencias del uso o consumo de artículos y alimentos con sustancias químicas nocivas a los humanos.

En esa experticia, fue que comprobó lo que expertos venían advirtiendo con el paso de los años, pero pocos han tomado en cuenta, gracias a la comodidad de no fregar sartenes, luego de una jornada de cocina.

Para tener una idea científica al respecto, existen las denominadas sustancias perfluoroalquiladas (PFAS por sus siglas en inglés). También se conocen como “sustancias químicas eternas”, existentes en impermeables, cajas de pizza, envases de verduras congeladas y, en lo que nos convoca: los sartenes antiadherentes.

PFAS: el químico por el que no debes usar teflón

Hace un par de años, Tim Schauenberg publicó una investigación en la que se utilizó como sujeto de estudio, en busca de residuos nocivos en su organismo. Entiéndase las PFAS u otras como las PFOA y PFOS (pertenecientes al grupo de sustancias químicas llamadas perfluoradas o PFAS).

La cadena en Alemania DW difundió los resultados de tal indagación, a través de Tim, quien busco incesantemente un laboratorio que le dijera el nivel de ingesta de las denominadas “sustancias químicas eternas” a lo largo de su vida.

No fue fácil, ya que en territorio alemán dio con tan sólo un centro que pudo ajustarse a sus requerimientos.

“Les envié una muestra de sangre. La analizaron en busca de PFOA y PFOS (las ‘sustancias químicas eternas’ más conocidas), que pueden causar daños en el hígado y los riñones, disminuir la fertilidad masculina y afectar al peso de los recién nacidos, así como a la eficacia de las vacunas. En altas concentraciones, pueden provocar cáncer”, según Schauenberg.

Los resultados no fueron desalentadores: 4 nanogramos de PFOA y PFOS, por cada litro de sangre de Tim. Se trata de una ínfima parte de un gramo de arena, lo que le sitúa lejos de los niveles críticos y en la media alemana. Sin embargo, los estudios citados por la televisión germana, hacen la diferencia con otras sociedades como la estadounidense o los lactantes de su país.

“Alrededor del 98% de los estadounidenses tienen PFAS en la sangre. Estudios realizados en la India, Indonesia y Filipinas encontraron estas sustancias tóxicas en casi todas las muestras de leche materna analizadas. Todos los niños de Alemania tienen PFAS en su interior, y en una quinta parte de esos casos, las concentraciones superan los niveles críticos“, escribió Tim Schauenberg en el informe de la DW.

Las PFAS, según la siguiente gráfica de Greenpeace, se encuentra en todo el mundo, pero más cerca de las fábricas que usan esta sustancia química.

Según la organización Greenpeace, las PFAS se encuentran en buena parte del mundo, pero más cerca de las fábricas que elaboran productos con esta sustancia química
@greenpeace

“De la bomba atómica a la cocina”: en tus sartenes de teflón

El PTFE, más conocido como el teflón, es una de las primeras sustancias químicas PFAS (sustancias perfluoroalquiladas) y, a estas alturas de la historia, tiene larga data.

El grupo estadounidense DuPont, en 1938, fue su creador. Descubrió que el PTFE o el politetrafluoroetileno, protegía los metales para que no sucumbieran a la corrosión a temperaturas increíblemente altas. Ese descubrimiento acabo siendo utilizado en la primera bomba atómica.

Pasaron años y el PTFE se ajustó comercialmente para la fabricación de las sartenes de los hogares estadounidenses. Evidentemente su expansión fuera del país de las barras y las estrellas, era cosa de tiempo.

Lo que vino en 1998, dio la primera muestra de la nocividad de esta sustancia química en los hogares. Un ganadero informó que sus vacas estaban cayendo muertas, tras pastar en las cercanías de una de las fábricas que utilizaban el material químico en la fabricación de los utensilios con teflón en Parkersburg, Virginia.

El abogado del ganadero, advirtió que su cliente “podía ver agua blanca espumosa saliendo de un vertedero junto a su propiedad”.

¿Detuvo esto a DuPont? En lo absoluto. A pesar de conocer el daño, siguió fabricando y desechando la sustancia tóxica en campos y abrevaderos. Décadas después, tras una investigación exhaustiva, hubo una correlación del proceder de esta industria con el aumento de casos de cáncer de riñón y testículos en habitantes de la zona.

Un fallo ordenó en 2017 a DuPont a pagar 671 millones de dólares en concepto de indemnización por daños corporales a las víctimas o a sus familias. Se trata de un claro caso por el que no debes usar teflón.

De la bomba atómica a la cocina, la relación con el teflón y esta arma de destrucción masiva
DW / Picture-Alliance / CPA

“¡Comer plástico!” y las sustancias cancerígenas, según doctora

Las redes sociales son ahora un vehículo para temas tan triviales, como otros que buscan preservar la salud de las comunidades a las que tienen acceso.

La Dra. Marili Leopold, experta en salud integrativa, en concordancia con la publicación de la televisión alemana, fue entrevistada en un programa de radio, donde hizo un importante advertencia para dejar de utilizar utensilios con teflón.

“Lo más importante es los utensilios de cocina, el teflón”. Su entrevistador acota: “¡Comer plástico!” La medica prosigue asegurando “comerte la sustancia que se sabe te va a producir cáncer. Pero sigue habiendo teflón, sigue estando por todas partes”, aseguró @dra.marilileopold.

La funcionaria de salud afirmó que las industrias, ante las quejas ambientales de los efectos del teflón en el medio ambiente y la salud de las personas, hacen cambios que al final siguen siendo perjudiciales para los humanos.

“… Y le cambian la sustancia química, te ponen otra sustancia antiadherente. O sea, todo lo antiadherente va a ser lo mismo. En otros diez años nos van a decir lo mismo”, concluye Leopold.

Si no debes usar teflón: ¿con qué utensilios cocinar?

Hace años que las personas dedicadas a la cocina, debaten con la idea de si usar o no teflón para sus preparaciones. De lo contrario: ¿cuál es la solución para intentar preservar la salud en el intento por cocinar de forma eficiente, sin dañar nuestro organismo y el de la familia?.

La respuesta requiere esfuerzo por buscar sustitutos a las sustancias químicas que desde hace décadas han dado muestras de ser perjudiciales a los seres humanos en varias partes del mundo. Por ende, las advertencias de que no debes usar teflón.

“Lo primero es: el teflón va pa’fuera. Acero inoxidable, grado quirúrgico o cerámica o hierro fundido para cocinar. Punto“, sentencia Marili Leopold. A su intervención, agrega que no todo lo que brilla es acero del recomendable y hay que estar atento a que el remedio no resulte peor que el mal.

“Todo lo demás de ‘antiadherente sin teflón’, yo no confío. Por ejemplo, hay muchos que son de ‘aluminio’. Parece acero inoxidable, pero son aleaciones y el aluminio se desprende y es más toxicidad para nuestro cuerpo”, asegura.

Acero inoxidable, recomienda la doctora mexicana, Marili Leopold, en lugar de sartenes con teflón que contienen sustancias PFAS.
Radio Fórmula

No sólo en el teflón: los químicos en la naturaleza que también acaban en nuestro cuerpo

Nadie tiene la receta para determinar o eliminar por completo las PFAS (sustancias perfluoroalquiladas) de los productos que se consumen a menudo, incluidos sus envases.

La naturaleza, en sí misma, podría tener estas sustancias químicas eternas en su fauna y flora, para consumo humano: el pescado, la carne, la leche, los huevos y las verduras de las regiones contaminadas, advierten los expertos, ya que algunos animales tienen altas concentraciones de PFAS, experimentando cambios hormonales en su función hepática y en la tiroides. Aún así, la investigación se queda corta ante tal desafío.

“La mayoría de las plantas de tratamiento de aguas residuales no pueden filtrar los residuos químicos, que entran en el medio ambiente a través de los vertederos, los residuos industriales y el lavado de textiles. Se han encontrado PFAS en las montañas de la Patagonia, en la nieve de la Antártida y en las montañas de Altai, en Asia central y oriental, así como en osos polares, aves y delfines”, asegura Tim Schauenberg de la DW.

Ante tal incertidumbre, se deben tomar las providencias que estén al alcance de las personas. El uso de utensilios que tienen dichas sustancias químicas nocivas, es uno de los primeros pasos.

“Me parece imposible evitar algo que se encuentra en tantas cosas pero que no está marcado en las etiquetas o en los envases. Por ahora, he dicho adiós a las sartenes antiadherentes y estoy pensando en comprar un filtro de agua para eliminar los PFAS del agua que bebo”.

McDonalds, por cierto, estableció el compromiso de eliminar en sus envases, el revestimiento de PFAS en la mayoría de dichos contenedores no sólo de esta marca. Los hay en los de Burger King y otras cadenas, según The New York Times. No obstante, el consumidor tiene que esperar hasta 2025, al menos por parte de los creadores del cuarto de libra.

McDonalds, por cierto, estableció el compromiso de eliminar en sus envases, el revestimiento de PFAS, pero hasta 2025
DW