Se trata de una venezolana que reavivó el debate, desde la paradisiaca Isla Margarita. "Ojalá te quiten a tus hijos", le increparon.

Al término de 9 meses de gestación, o incluso antes, las mujeres acuden veloces a un hospital a la espera del nacimiento de su bebé. En el último tiempo, sin embargo, el parto en el mar se ha posicionado como alternativa para las que no quieren pisar un hospital.

No obstante, vale la pena explorar qué hay detrás de esta tendencia, no sólo en términos espirituales, a los que aducen sus adeptas, sino a la parte médica-obstétrica y por supuesto, pediátrica.

La marea de de críticas está a la orden del día contra las madres que deciden pujar a lo más profundo -literalmente- a la espera del primer llanto que significa vida pero también riesgos, en palabras de algunos expertos.

El más reciente caso viene de una pareja venezolana, que contó a través de sus redes sociales cada detalle del singular alumbramiento. No lo hicieron solos. Detrás estuvo el que calificaron como equipo multidisciplinario que ayudó en la labor, pero que fue descalificado por otros colegas en la web.

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Miércoles 31 Diciembre, 1969 | 21:00

Parto en el mar: una nueva nueva vida en la salinidad del océano

María Luna tiene un nutrido número de seguidores en su cuenta de Instagram, donde se identifica como una Doula, o una “mujer que acompaña a la embarazada durante el trabajo de parto, ofreciéndole apoyo emocional continuo”, según un estudio de la Revista chilena de Ginecología y Obstetricia.

Se trata de una madre de tres hijos, quien presta ese tipo de apoyo a otras mujeres durante el embarazo, pero decidió buscar a un equipo similar para su alumbramiento o parto en el mar.

En un video subido a su cuenta @soyesposasoymama, Luna se grabó desde el principio de sus dolores, en su traslado a su sitio de alumbramiento, que en todo sentido fue lo más lejano al hospital.

Acompañada de su esposo y sus dos hijos, en el material audiovisual se percibe el sufrimiento previo al nacimiento de su bebé. Sin embargo, sus motivos estaban explicados en su comentado post, el cual se hizo viral en las últimas semanas.

“Diseño que hoy exponemos en este video, desde el conocimiento, la experiencia y el acompañamiento de un equipo de profesionales Doula + GinecoObstetra, que respetan tanto el diseño fisiológico y natural como también la decisión de los protagonistas del proceso papá, mamá y bebé”, aseguró.

El parto tuvo lugar en la venezolana Isla de Margarita y en el video de tal experiencia puede verse la advertencia de la referida red social que advierte sobre “contenido delicado”.

La viralización de un parto que trajo críticas: “Cuando uno pare, defeca”

Otra red social, aún con gran repercusión cuando de polémica se trata, Twitter, viralizó recientemente y por medio de la cuenta @Alvin23 la forma en que la doula, María Luna, trajo al mundo a su hija Amelia, ahora de 12 meses.

Sin embargo, al igual que en Instagram, los comentarios fueron feroces, cual oleaje, tanto de tuiteros como de expertos que criticaron el procedimiento, debido a que el escenario no es de los más higiénicos, si tomamos en cuenta la contaminación de los mares por culpa del propio ser humano.

Una de las críticas vino de Carolina Milito, quien se identifica como ginecóloga, especializada en la Universidad de Buenos Aires y directora del centro de atención en ginecoobstetricia, Meraki, en la capital argentina.

En primer lugar, Milito hace alusión a lo que denomina “riesgo para el bebé, el riesgo para la mamá donde está entrando toda el agua del mar dentro del útero con riesgo de septicemia”. La Clínica Mayo describe esto último como una afección grave en la que el cuerpo responde de manera incorrecta a una infección.

Por otra parte, la ginecóloga bonaerense aseguró que los esfínteres forman parte del escenario de parto, debido a que, al dar a luz, la mujer defeca.

“…la sangre la placenta todo quedó ahí en el mar y encima dicen Dios quiso que sea a las primeras horas para que no haya nadie, ósea (sic) que si era al mediodía lo iban a hacer igual con toda la gente ahí ensuciando la playa con total libertad”, comentó.

Parto en el mar: “Ojalá te quiten a tus hijos”

No es la primera vez que un parto en el mar causa revuelo. En junio del año pasado, una influencer decidió traer al mundo a su hijo, recibiendo comentarios variados, entr la felicitación y la descalificación por la decisión tomada.

@raggapunzel o Josy Peukert, escogió una playa de Nicaragua para dar la bienvenida a su bebé. A la faceta de madre que debió afrontar, se sumaron las álgidas críticas por no asistir al hospital.

“Quería estar libre de preocupaciones […] Después de que Bodhi naciera y se envolviera en toallas, volví al mar para refrescarme. Luego me vestí, recogimos todo y nos fuimos a casa, donde los tres nos metimos directamente en la cama”, aseguró.

Peurket y la doula venezolana, María Luna, no sólo tienen en común su parto en el mar, sino, que ambas han soportado el tsunami de comentarios negativos, y otros pasados de tono, debido a su decisión.

Luna, por su parte, decidió dar una muestra de ello en su perfil de Instagram, donde las personas le han llegado a desear que las autoridades le quiten a sus hijos, al considerar que los pone en riesgo.

“Por más tonto, absurdo, ridículo o sin sentido que te parezca lo que hace una persona no nos da el derecho de ofender o maltratar”, escribió la también asesora familiar cristiana.

Sin embargo, un comentario adicional, los llamó a reflexionar e incluso a considerar la equivocación, ya que su publicación ha sido objeto de análisis por parte de varios médicos advirtiendo que esta tendencia no se debe replicar por ser riesgosa para madres y recién nacidos.

“No pueden pensar un segundo ‘Y si nos equivocamos’”, le recriminó una de sus seguidoras.

El papel de las doulas que se analiza hace años, incluso en Chile

Las Doulas son objeto de debate desde hace 7 años, o más, en territorio chileno. Su papel ya era mencionado en una sociedad donde el acompañamiento emocional es imperativo y ha ganado terreno, como en otras partes del mundo.

Durante el embarazo, se vuelve sumamente importante que una futura madre tenga un acompañamiento de tales características, además del médico asistencial, para el bienestar de ella y su hijo/a.

No obstante, al menos desde 2015 se debate la forma en que las denominadas doulas iban ganando terreno ante la escena médica obstétrica, pese a que la certificación para ser una de ellas no reviste ni el tiempo, ni la preparación que conlleva la especialidad de ginecología o la carrera de matronas. En el portal, radio.uchile.cl, se ofrecieron detalles de dicha situación.

“Nosotros vemos el peligro que significa depositar el inminente trabajo de parto en una persona que no tiene el conocimiento científico como para manejar este proceso humano. Las matronas nos formamos con 5.300 horas, con cinco años de estudios”, aseguró la entonces presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, quien además calificó la situación de irregular y carente de marco legal.

“…acá en Chile hemos tenido la triste aparición de estos modelos europeos y norteamericanos. Hemos tenido muertes maternas y muertes de niños por doulas que atienden partos en casa”, sentenció.

Por otra parte, Pascale Pagola, matrona y doula certificada en EEUU, considera que el papel de esta figura es complementaria y no debe sustituir el acompañamiento médico disciplinario, ya que “tiene que ver con acompañar y trabajar para que esa mujer que está gestando y pariendo se quede contenta y con maravillosas sensaciones sobre su proceso”.

Por lo tanto, una labor tan importante como la de las doulas, en palabras de la profesional, está siendo manchada por otras que están sobrepasando sus funciones para las que han sido certificadas.

“Que hayan doulas extremas y con poca ética que atiendan partos, es una excepcionalidad y un extremo que se da en todas las profesiones y oficios”, aseguró Pagola.

Países como Chile y España no tienen regulada la asistencia de doulas, que en nuestro territorio cobraban hace casi una década entre 50 y 150 mil pesos por su asistencia. Y aunque no en el mar, hay sitios en los que las doulas ofrecen partos en estanques, entre otras alternativas acuáticas.