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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El presidente del Senado, Manuel José Ossandón, comparó el barrio Meiggs con un "Temucuicui santiaguino" tras ser impedido de hacer un punto de prensa en una galería sin permiso. Ossandón buscaba conocer de cerca las dificultades del sector, donde el comercio ilegal es un problema arraigado. La visita se tornó caótica con gritos y abucheos, y fue expulsado por comerciantes. Ossandón pidió al ministro de Seguridad intervenir en Meiggs.

El presidente del Senado, Manuel José Ossandón, calificó al barrio Meiggs como un “Temucuicui santiaguino“, luego de ser interrumpido y no poder realizar un punto de prensa en una galería del sector, ya que, según comerciantes establecidos, no tenía el permiso correspondiente.

Durante la mañana de este viernes, el senador Ossandón intentaba constatar en terreno las dificultades que enfrenta el barrio capitalino. El sector vive una problemática difícil de erradicar: el comercio ilegal.

Una caminata caótica por momentos. Gritos y abucheos se escuchaban desde distintos puntos de la calzada. Ossandón, acompañado por Alfonso Numi, presidente del gremio para el desarrollo del Barrio Meiggs, intentó dar declaraciones a la prensa al interior de una galería comercial. Sin embargo, los mismos locatarios expulsaron a la autoridad y a su representante del recinto.

Ossandón califica a Meiggs como un “Temucuicui santiaguino”

La visita comenzó en la intersección de las calles Grajales con Bascuñán Guerrero. No obstante, Ossandón evitó avanzar por Grajales hacia el poniente para llegar a San Alfonso, conocida como la “zona roja” de este tradicional sector comercial.

En ese contexto, La Radio le preguntó por esa decisión. Ossandón respondió catalogando al barrio Meiggs como un “Temucuicui santiaguino”, por lo que solicitó al ministro de Seguridad, Luis Cordero, visitar el sector.

El presidente del gremio, Alfonso Numi, afirmó que es fundamental una intervención policial en Meiggs para erradicar el comercio clandestino.

La visita tomó por sorpresa a los comerciantes. Algunos reaccionaron con molestia. Según Ossandón, su presencia buscaba graficar el nivel de la problemática, que —a su juicio— va más allá de una figura alcaldicia.