Este viernes se conoció el veredicto condenatorio contra un hombre acusado como autor intelectual del homicidio de la pareja de su ex conviviente en Coelemu. El sujeto contactó a sicarios para materializar el crimen, los que propinaron cinco disparos a la víctima.

Un veredicto condenatorio obtuvo la Fiscalía respecto a un hombre acusado por el homicidio, con la agravante de premeditación, de Manuel Cabrera Placencia, de 50 años, hecho registrado el 18 de junio de 2020 en Coelemu, en la región de Ñuble.

Se trata de Manuel Antonio San Martín Barrera, de 54 años, quien contactó al menos dos sicarios para ejecutar el crimen. Los autores materiales aún no han sido identificados.

El fiscal jefe de Quirihue, Eduardo Planck Muñoz, explicó que pasadas las 7 horas del día del homicidio, los autores materiales, previa planificación e instrucciones del acusado, llegaron abordo de un vehículo hasta la Villa El Conquistador, descendiendo del móvil el copiloto, quien disparó varias veces en contra de la víctima, cuando ésta abrió la puerta de su casa.

Manuel Cabrera recibió cinco impactos de bala, los que le causaron la muerte en el lugar.

Víctima era pareja de su ex conviviente

La labor investigativa de la Fiscalía Local de Quirihue y de la Brigada de Homicidios de la PDI permitió identificar al autor intelectual de este delito, cuya motivación fue de índole sentimental, pues la víctima era la actual pareja de su ex conviviente y madre de dos de sus hijos.

Según la investigación, Manuel Antonio San Martín, incluso, había ofrecido dinero a otras personas para que ejecutaran el crimen, y el 3 de abril de 2020, dos meses antes del homicidio, el victimario golpeó y amenazó de muerte a la víctima.

Además, el tráfico telefónico y de datos de su celular lo ubica en el mismo trayecto que el viaje que hicieron los autores materiales del homicidio, lo que es corroborado también por imágenes de cámaras de peajes. En tres grabaciones, los automóviles, que corresponderían al del imputado y al de los sicarios que contrató, se ven juntos.

Incluso, para evitar ser blanco de sospechas, el acusado elaboró una coartada: afirmó que salió esa madrugada a Concepción para recoger en su taxi a pasajeros en el Terminal de Buses Collao y que luego al pasar por Tomé fue abordado por dos hombres que lo asaltaron y le robaron $8 millones.

Además, dijo que lo habían herido con arma blanca en una pierna, lesión que constató en el hospital de Tomé. Según la geolocalización del celular, nunca estuvo en el citado terminal de buses.

El Tribunal Oral en lo Penal de Chillán dará a conocer su sentencia este viernes 21 y la Fiscalía está pidiendo una pena de 20 años de presidio.