Sin hacer alusión alguna a Donald Trump, la joven militante ecologista sueca Greta Thunberg participó este viernes en una pequeña manifestación de jóvenes ante la Casa Blanca, evento que dará inicio a nuevas movilizaciones sobre el cambio climático en Estados Unidos y en la sede de la ONU.

“No se rindan”, dijo la adolescente de 16 años al fin de la manifestación dirigiéndose durante algunos segundos a los pocos cientos de jóvenes que se habían congregado delante de la cada de gobierno estadounidense.

“Continuaremos, y nos vemos la próxima semana, el 20 de septiembre”, añadió a través de un megáfono.

La joven sueca, que llegó a fines de agosto a Nueva York, fue la figura principal de esta primera manifestación por el clima en la capital estadounidense, pero permaneció en segundo plano, declarando a los periodistas que pretendían entrevistarla que no quería acaparar la atención, repitiendo lo que ya había manifestado en Nueva York dos semanas antes.

Rodeada de secundarios y de universitarios que gritaban “no más carbón, no más petróleo”, Thunberg entonaba los cánticos con una voz prácticamente inaudible, enarbolando un cartel con su célebre divisa “Skolstrejk för Klimatet”, huelga de la escuela por el clima en español.

Cuando los jóvenes organizadores de la manifestación la invitaron a tomar la palabra, declinó la oferta con un gesto tímido con la cabeza mientras retrocedía. Luego marchó en silencio, intercambiando a ratos algunas palabras con otros jóvenes y dejándose tomar algunas selfies.

Al término de la marcha, Kallan Benson, una de las promotoras de la movilización, le volvió a preguntar si quería dirigirse a los manifestantes y entonces tomó un megáfono por escasos segundos.

“No voy a hacer un discurso, sólo quiero manifestarles mi agradecimiento a cada uno de ustedes. Estoy orgullosa de ustedes, aquí hay más gente que la que pensaba”, dijo la estudiante secundaria, que está tomando un año sabático.

Tan pequeña y “tan grande”

Thunberg no es tan conocida en Estados Unidos como en Europa, pero durante su permanencia en Washington, que se extenderá por seis días, recibirá varios homenajes, entre ellos un premio que le será entregado por Amnistía Internacional el lunes, e intervendrá ante el Congreso el 18 de septiembre a iniciativa de legisladores demócratas.

“Es una gran líder”, dijo de ella Kallan Benson, de 15 años, “pero es muy triste que tengamos que apostar a las celebridades y poner tanta presión en una adolescente”.

Este deseo de protección fue expresado también por otros jóvenes, sobre todo cuando las cámaras se acercaban a la ambientalista sueca.

“Los periodistas verdaderamente molestos no la dejan manifestar como los demás”, dijo una estudiante de política internacional de la Universidad Georgetown, Cleary Waldo, de 18 años.

“Me sorprendió que fuera tan pequeña cuando es una persona tan grande. Así impresiona mucho más”, afirmó.

Hasta ahora, Thunberg ha hablado poco de Donald Trump. Al bajar del velero cero carbono con el que llegó a Nueva York, el 28 de agosto, se había limitado a declarar “mi mensaje (para Trump) es ‘escuche el silencio’, pero no lo hace”.

La joven sueca es, de todas maneras, un catalizador evidente de manifestaciones.

Thunberg comenzó una huelga escolar en Estocolmo en agosto de 2018 y dio nacimiento a un movimiento mundial de jóvenes que deciden ausentarse de clases los viernes para participar en acciones que convocan a una acción urgente contra el cambio climático. En diciembre, el movimiento desembarcó en Estados Unidos.

La próxima gran “huelga de la escuela por el clima” se llevará a cabo el 20 de septiembre y la alcaldía de la ciudad de Nueva York decidió que ese día los alumnos de sus 1.700 centros educativos podrán participar en ella sin que queden ausentes. El gobierno de Trump es totalmente ajeno a estas preocupaciones.

Desde 2017, el ejecutivo ha derogado o flexibilizado normas sobre la polución causada por los automóviles, sobre las centrales de carbón, las prospecciones petroleras en el mar o en Alaska, la protección de los cursos de agua y la limitación del uso de lámparas incandescentes

La postura estadounidense, como la de otros países, será sin duda objeto de fuertes críticas en las próximas semanas durante importantes cumbres de jóvenes y de estados miembros de la ONU que tendrán lugar entre el 21 y el 23 de septiembre.

Thunberg estará presente en estas iniciativas, al igual que en otras, e intentará hacerse escuchar por esos jefes de Estado y de gobierno que considera insensibles a estas problemáticas y que, al parecer, no la intimidan.