La cantante falleció durante la noche de este jueves. Pese a que sufrió la pérdida de su padre a los 9 años, la artista incluso hizo duetos en compañía de su padre y, hasta días antes de su muerte, estuvo haciendo eventos en su memoria.

Durante la noche del jueves, se confirmó la partida de Lisa Marie Presley, la única hija del rey del rock, Elvis Presley. La cantante sufrió un infarto durante esta tarde, y desde entonces, se encontraba en estado crítico.

La única hija de la leyenda musical estuvo alejada de los medios de comunicación por años luego de sufrir la muerte de su hijo Benjamin Keough en 2020, sin embargo, recientemente había vuelto durante el estreno de la película Elvis, biopic inspirada en su papá.

Fue tanto así, que su última aparición pública ocurrió este fin de semana, cuando asistió a la ceremonia de los Globos de Oro para acompañar a Austin Butler, quien interpretó a su padre en aquella cinta, y verlo ganar en su categoría.

Pero la conexión entre Lisa Marie y su padre no solo viene de aquel proyecto audiovisual. La única heredera del músico llegó a coronar la boda de sus padres, Elvis y Priscilla, quienes, según afirma Vanity Fair, esperaron hasta el matrimonio para consumar su relación.

Sin embargo, la dulce escena familiar no duró mucho tiempo. Debido a las constantes giras y shows de Presley, además de las infidelidades, la pareja decidió divorciarse en 1972, cuando la pequeña tenía cuatro años.

Pese a la separación, Lisa Marie vivió una infancia feliz entre los viajes de ir y venir a los hogares de sus padres. Sin embargo, en 1977, la joven vivió el golpe de perder a su padre con nueve años.

Elvis Presley murió de una insuficiencia cardiaca causada por su adicción a los barbitúricos.

Pese a la temprana muerte de Elvis, Lisa Marie siempre mantuvo una estrecha conexión con los recuerdos de su progenitor, en un sentido más allá de ser uno de los nombres más reconocidos del siglo XX.

Tras el fracaso en su matrimonio con el actor Nicholas Cage, Lisa Marie decidió seguir los pasos de su padre y comenzó a dedicarse a la música. Así, debutó con un dueto póstumo con su padre para el aniversario de su muerte número 20.

Específicamente, utilizó grabaciones de su padre donde añadió su voz en el tema Don’t Cry Daddy durante 1997. En 2003, lanzó su álbum de debut: To Whom It May Concern, que acabó siendo un disco de oro.

Pese a que el resto de sus álbumes musicales no lograron el éxito de su debut, en 2018 también quiso unir su voz a la de su padre al cantar Where No One Stands Alone.

Esta era la música que más le apasionaba. Se sentía en paz cantando canciones de gospel. Me siento especialmente bendecida de hacer este dueto con él”, escribió entonces Presley en Twitter.

Asimismo, más allá de la música, Presley también colaboró con el director Baz Luhrmann durante la creación de la ya nombrada película Elvis.

Entonces, tras ver la obra realizada, la artista quiso asegurar que la cinta “es nada menos que asombrosa. Austin Butler canalizó y encarnó maravillosamente el corazón y el alma de mi padre. En mi humilde opinión, su actuación no tiene precedentes y finalmente se realiza con precisión y respeto”.

En aquellos mismos tonos de nostalgia, en sus últimos días de vida, realizó una solemne ceremonia para celebrar el cumpleaños de su Elvis. Entonces, además de estar con su hija, invitó al actor Austin Butler y el cinesta Baz Luhrmann.

La cantante reunió a su círculo cercano en The Formosa Café, el restaurante preferido del rey del rock.