The Last of Us es un juego que ha cautivado a los gamers del mundo entero, con su visión única de un apocalipsis zombie, basado en un virus propagado a través de hongos y esporas en el aire. Para muchos, esto suena sólo como una invención de un escritor hiperactivo, pero la realidad es que el virus está basado en un hongo real.

Su nombre es Ophiocordyceps unilateralis, también conocido como Cordyceps. Fue descubierto en 1859 y es encontrado primordialmente en áreas con bosques tropicales, los cuales son perfectos para su propagación entre la flora y fauna del sector.

Es un hongo parasitario, el cual necesita “infectar” a un huésped, el cual luego puede proceder a propagar las esporas en el ambiente. Existen 400 diferentes formas de este hongo, las cuales pueden afectar a pequeñas especies como arañas y hormigas, las cuales son extremadamente susceptibles.

Wikimedia Commons
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Las hormigas y arañas afectadas por el Cordyceps sufren una “zombificación”, un término que los mismos científicos que han estudiado este hongo utilizan para describir el proceso. Éste infecta al insecto, que luego pierde su autonomía y comienza a ser dirigido por el parásito hacia un área donde la propagación de esporas sea más efectiva. La hormiga pierde su visión durante este proceso.

Generalmente lo que ocurre es que la hormiga o araña, dirigida por el parásito, se ubica en la hoja de una planta que esté lo suficientemente en alto y a merced del viento para esparcir sus esporas.

Cuando finalmente llega a un área adecuada, el parásito se “come” al resto del insecto o arácnido, dejando sólo el exoesqueleto. El tallo del hongo finalmente comienza a crecer de su cuerpo, utilizándolo como una simple plataforma para esparcir sus esporas y buscar más víctimas.

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En The Last of Us, los humanos infectados sufren un destino parecido. Al ser infectados por el virus, comienzan de a poco a perder la autonomía. Cada ser humano infectado, normalmente, busca y se queda en áreas que son perfectas para el crecimiento de hongos: lugares obscuros, húmedos y donde existe posibilidad para crear más esporas.

Las personas infectadas, igual que las hormigas en el caso real, pierden su visión debido al crecimiento del parásito dentro de su cuerpo, por lo que se convierten en los infames “clickers”, usando la ecolocalización para poder encontrar a sus presas.

The Last of Us | Naughty Dog
The Last of Us | Naughty Dog

Todo esto hace que el apocalipsis de The Last of Us sea, sorpresivamente, uno plausible en terminos científicos. La revista Scientific American, la cual se especializa en temas de ciencia, escribió un artículo detallando el aspecto científico de la inspiración, y cómo la realidad del virus es más cercana al videojuego de lo que muchos creen.

El Cordyceps, sin embargo, no es solamente un parásito infeccioso y listo: existen poblaciones en Asia que utilizan sus propiedades en seres humanos, e incluso se continúa estudiando su utilización para nuevos tratamientos que podrían ayudar a miles de personas alrededor del mundo.

La National US Library of Medicine contiene varios artículos científicos que detallan el estudio de estas propiedades, y de donde provino la idea de utilizarlo de ésta manera.

¿Crees que algo así podría ocurrir? ¿Has jugado The Last of Us anteriormente? ¿Que piensas de la serie? Dinos en los comentarios.