Este lunes se dio a conocer una nueva especie de dinosaurio hallado en Chile.

Se trata del Arackar licanantay, el cual corresponde al tercero no aviar descrito sólo en Chile luego del Atacamatitan chilensis y el Chilesaurus diegosuarezi.

Este hallazgo paleontológico corresponde a un titanosaurio, los mayores animales que poblaron el planeta y que vivieron en la última parte del período Cretácico, entre 66 y 80 millones de años atrás.

Este ejemplar, que medía poco más de 6 metros pero que podía alcanzar los 8 metros, fue presentado en una pauta de prensa realizada en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN), en el cual David Rubilar, jefe del Área de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural, explicó que en idioma kunza su nombre significa “osamentas atacameñas”.

El experto detalló que se encontraron “elementos del brazo, la pierna, parte de la pélvis y vértebras del torso”.

Comparación del tamaño del Arackar licanantay con una persona

“Gracias a ciertas características que pudimos distinguir como distintivas en este espécimen es que se envió a una revista científica especializada la diagnosis de esta nueva especie, y eso permite una revisión y evaluación por pares. Una vez que ocurre este proceso de evaluación, se publica, siendo oficialmente el reconocimiento de una nueva especie”, puntualizó.

“Los restos se descubrieron en los años 90 por parte de un geólogo del Servicio Nacional de Geología y Minería, Carlos Arévalo, a unos 75 kilómetros al sur de Copiapó. Posteriormente pasaron muchos años en preparación, proceso en el cual se despejan los huesos de la matriz rocosa, de manera tal de poder tener la pieza para poder estudiarla”, comentó el experto.

“Son saurópodos, es decir herbívoros de cuello largo, con cola larga, sus extremidades parecían columnas”, complementó el experto.

“Habían pequeños, como el caso del Arackar licanantay, de entre 6 y 8 metros de longitud, pero también habían gigantes, de más de 30 metros”, enfatizó.

Restos del Arackar licanantay

Por su parte, Alexander Vargas, director de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, indicó que los restos hallados corresponden a un ejemplar que no es totalmente adulto.

“No ha crecido al máximo pero está cerca. Este espécimen debe haber medido unos 6.3 metros, pero creemos que podría haber crecido hasta los 8 metros de largo”.

“Para el mundo de los titanosaurios es pequeño. Hay algunos restos realmente gigantescos hallados en Argentina, como el argentinosaurio. Son restos incompletos pero se especula que puede haber alcanzado los 40 metros de largo”, enfatizó.

En cuanto a su alimentación, explicó que debido a que en ese tiempo ya se encontraban las araucarias, probablemente disponían de piñones.

Una de las particularidades de este nuevo dinosaurio chileno tiene relación con la disposición de sus extremidades, detalla Vargas. “Una característica de muchos titanosaurios es que sus piernas estaban en un ángulo abierto. Nuestro dinosaurio no tiene ese ángulo, es bastante recto en comparación al fémur de otros titanosaurios”, contó.

“Se conocen otros titanosaurios así, pero no es lo más común. Uno de ellos es el Rapetosaurus, de Madagascar, y otro es el Atacamatitan de la Región de Antofagasta, el primer dinosaurio chileno. Sería interesante explorar por qué justo los dos titanosaurios chilenos son así, podría haber alguna relación entre ellos o alguna particularidad biogeográfica”, puntualizó.

En el área del hallazgo del Arackar sólo se ha constatado hasta el momento la existencia de un lago. Sin embargo, se conoce que este fue un período muy cálido y húmedo, con una temperatura media anual global 5 grados más alta que la actual. Regionalmente, lo que ahora es el norte de Chile tenía una temperatura cercana a 24°C, no muy lejana a la de hoy. Sin embargo, hacia fines del Cretácico la zona no tenía los niveles de aridez que hoy la caracterizan.

Restos del Arackar licanantay

La vegetación a estas latitudes se habría caracterizado por la presencia de algunas familias de plantas con flor, como las lauráceas, y coníferas, como las araucarias y podocarpáceas, además de helechos. También es posible encontrar linajes característicos de ambientes mucho más húmedos, como cícadas y representantes de las arecáceas (palmeras).

En este contexto, Bernardo González Riga, investigador del CONICET de Argentina y coautor del estudio del Arackar, agrega que “antes de la extinción de estos dinosaurios hace 66 millones de años, se registra una disminución del tamaño corporal en la mayoría de los titanosaurios, lo que coincide con cambios ambientales”.

Una característica evolutiva que distingue a estos saurópodos es la progresiva reducción de las falanges de los dedos en sus patas traseras, y la completa desaparición de las mismas en las patas delanteras, condición que los hacía caminar sobre sus “nudillos” (metacarpianos). El Arackar, en específico, se caracterizó además por tener espaldas más planas que otros titanosaurios, que -en general- exhiben una curvatura dorsal más pronunciada.