Gracias a pinturas y materiales hidrofóbicos, un joven puso un mensaje en un paradero de buses, que abre un abanico gigantesco de posibilidades para el arte, ya que sólo puede ser visible cuando llueve.
Gracias a pinturas y materiales hidrofóbicos, un joven puso un mensaje en un paradero de buses, que abre un abanico gigantesco de posibilidades para el arte, ya que sólo puede ser visible cuando llueve.