Pongámonos a temblar

No había cien mil personas en la Alameda desde 2011, cuando pedían educación gratis y Piñera decía que era “un movimiento noble, grande, hermoso”, sin darse cuenta (rara vez se da cuenta si no es “una pasada” especulativa) de que querían arruinar la educación. Las consecuencias no pudieron ser más desastrosas.