Por 61 votos contra 20, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff fue destituida de su cargo por el Senado brasileño, en un acto que algunos llaman golpe de estado. Lo cierto es que Michel Temer asume la presidencia del país, que está en una crisis social y económica. En el panel de hoy, coinciden en que siempre la salida de un presidente democráticamente electo es una mala noticia para la democracia. Comentamos esto y más junto a Marcela Sandoval y Marcelo Brunet.