A inicios del siglo XXI, ya son varios los países latinoamericanos que se reconocen como estados plurinacionales, multiculturales o cuyas constituciones reconocen a los pueblos indígenas. Lo anterior no responde en general a motivación propia de los estados del continente, sino que medularmente a que en las últimas décadas del siglo pasado, hubo lo que se ha bautizado como una emergencia en América Latina de movilización indígena que logró, con más o menos éxito, posicionarse como un actor político de relevancia, logrando influir tanto marcos normativos internacionales como las legislaciones y constituciones de los propios países latinoamericanos.
La lucha por autonomía mapuche en Chile y Argentina
