Un ultimatum de cinco días dieron los pescadores de Chiloé al Gobierno para que atienda los problemas sociales y laborales generados por la alerta sanitaria decretada por la marea roja.

El plazo lo fijaron luego de la reunión que sostuvo un centenar de pescadores artesanales con el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows.

El subsecretario estuvo entregando alcances sobre la alerta sanitaria. Sin embargo, durante la cita se vivieron momentos tensos, ya que los pescadores tenían mayores expectativas sobre las propuestas que se entregarían en el encuentro.

De hecho, en la instancia solo se entregaron recomendaciones en torno a la alerta, sin discutir el tema laboral y social que conllevará la situación producto de la marea roja en la provincia de Chiloé.

José Burgos, uno de los pescadores que participó en la reunión, resumió la desesperación por el freno de sus actividades que implica la alerta y el miedo de la población a adquirir mariscos.

De aquí a mañana no sé qué vamos a hacer. Nosotros llevamos para el día… 20, 10 luquitas que se hagan ya es sustento que entra para nuestra familia. La gente nadie consume porque tiene miedo de intoxicarse con los productos”, manifestó.

Además, los pescadores expresaron su molestia porque no llegaron autoridades regionales, como el intendente Leonardo de la Prida.

En este contexto le dieron a la autoridad un plazo de cinco días para que llegue, “ojalá con el ministro de Economía y el ministro de Hacienda”, según explicó la alcaldesa de Ancud, Soledad Moreno.

“Realmente son ellos quienes tienen que, en alguna medida, tomar las determinaciones para que nosotros podamos enfrentar una situación tan compleja como la que se nos viene”, indicó la alcaldesa.

Si no llegan las autoridades, los pescadores no descartan salir a las calles.