Frente al riesgo de atentados ordenados desde Siria, Francia y el Reino Unido se plantean llevar a cabo bombardeos aéreos contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en ese país, donde Londres perpetró un primer ataque con un dron a finales de agosto.

Francia realizará desde el martes “vuelos de reconocimiento sobre Siria”, anunció el presidente francés François Hollande. “Estos permitirán planear bombardeos [contra el EI] preservando nuestra autonomía de acción y de decisión”, dijo Hollande en una rueda de prensa.

“Lo que queremos en Siria es conocer, saber lo que se prepara contra nosotros y lo que se hace contra la población siria”, indicó Hollande, en un momento en el que Europa, a raíz de la llegada de masiva de migrantes sirios, tiene que enfrentar su peor crisis migratoria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Sobre todo, el objetivo de Francia es atenuar la amenaza de nuevos atentados en su territorio.

Los ataques de enero pasado en París y los intentos fallidos de los últimos meses -el último contra un tren a finales de agosto- tienen relación con el yihadismo y algunos de ellos fueron reivindicados por el EI.

El sobrevuelo de Siria debería permitir a los servicios franceses la recogida de datos sobre los centros de entrenamiento y de decisión de el EI en Siria.

Londres invocó el lunes las mismas razones de seguridad, revelando haber dirigido un primer bombardeo en Siria el 21 de agosto.

Tres yihadistas, incluidos dos británicos, fueron abatidos “durante un bombardeo meticulosamente preparado y perpetrado por un dron RAF” anunció a los diputados el primer ministro, David Cameron.

“No había alternativa” pues esas personas estaban reclutando y “preparando ataques bárbaros” contra Occidente, afirmó. Y porque “en esa región, no existe ningún gobierno con el que podamos trabajar”, agregó.

“Irrealista”

En septiembre de 2014, el parlamento británico sólo había dado luz verde para bombardear Irak pero no Siria, un año después de haber votado en contra de la petición de intervención en Siria de David Cameron.

Este último confirmó el lunes que iba a tratar de obtener el respaldo de sus diputados para ampliar los bombardeos en Siria. Su idea podría sin embargo quedar frustrada con la probable elección del pacifista Jeremy Corbyn para liderar el Partido Laborista. Corbyn declaró el lunes por la mañana en la BBC que los bombardeos “crearían más problemas de los que resolverían”.

En la tarde, Hollande y Cameron sostuvieron una conversación telefónica, en la que abordaron el tema de “Siria y el reforzamiento de las acciones de Francia y el Reino Unido para coordinarse en la lucha contra EI y trabajar en paralelo para una transición política ordenada”, agregó el gobierno francés en un comunicado.

Por su parte, Francia, que también participa desde hace un año en los bombardeos de la coalición internacional en Irak, había rechazado hasta la fecha hacer lo mismo en Siria, considerando que bombardear al grupo yihadista podría acabar por fortalecer al régimen sirio en ausencia de una alternativa moderada.

Hollande descartó cualquier operación terrestre de tropas francesas en Siria, como en Irak, una opción que juzgó “inconsecuente e irrealista”.

“Irrealista porque seríamos los únicos, inconsecuente porque sería transformar una operación en fuerza de ocupación”, explicó. “En Irak corresponde a los iraquíes llevar a cabo esas operaciones, en Siria a los sirios que están en la rebelión, pero también corresponde a los países vecinos, a las fuerzas regionales asumir sus responsabilidades “, agregó.

Varios elementos han influido en el cambio de posición de Francia.

“Es un gesto político respecto a los aliados (para quienes) hay que bombardear al EI en primer lugar, para arreglar después el problema del gobierno sirio”, consideró un exmilitar, Jean-Claude Allard, director de investigación en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) en París.

Otro elemento para explicar el cambio de la posición francesa es que hay países árabes que participan en los bombardeos en Siria, especialmente los del Golfo.

Para París, resultaba difícil ignorar la intervención en Siria de estos países, que tienen un doble objetivo: atacar al EI pero también a Asad, su principal adversario en la región y que tiene el apoyo de Irán.

El cambio de estrategia francés supone también una respuesta inmediata a la crisis de los migrantes.

“Es quizá una respuesta directa a este desastre, pero llega un poco tarde, y sobre todo, los bombardeos no bastarán par arreglar el problema”, apuntó Myriam Benraad, experta del Centro de Investigaciones Internacionales (CERI) del Instituto de Ciencias Políticas de París.