¿Qué te imaginas cuando escuchas “Miedo a mi mujer” o “¿Y tú qué miras?”? Pues son nombres de compañías de China. El país asiático acaba de abrir una gran batalla contra los nombres de empresas, como estos, considerados fantasiosos o demasiado largos, que proliferan en todo el país.

El diario chino especializado en derecho, Legal Daily, se ha dedicado a establecer la lista de empresas con extraños nombres en mandarín, entre ellos “Mi mujer es la más grande” (comercio electrónico) o “Estás buscándote una pelea” (internet).

El diario cita igualmente el ejemplo de un fabricante de preservativos para quien, obviamente, importa la longitud: “Un grupo de jóvenes con sueños y que piensan poder crear milagros de la vida bajo la dirección del tío Niu”, se llama su empresa.

La administración estatal de industria y comercio ha implementado en agosto nuevas restricciones, según las cuales se prohíben nombres de empresas considerados insultantes, racistas, o con connotaciones políticas o religiosas.

En el mismo orden de cosas, el presidente chino Xi Jinping había pedido en 2014 que se pusiera fin a las “arquitecturas extrañas y grotescas”, en un país donde proliferan las curiosidades urbanas.

Entre ellas, la sede futurista de la televisión de Estado (CCTV) en Pekín, había provocado durante su construcción un torrente de sarcasmos, y su forma la valió el apelativo de “Gran Pantalón”.