Ahora es un clásico de terror que inspiró a muchas películas, pero en su momento fue bastante controversial por múltiples razones, siendo una de ellas el supuesto uso de “mensajes subliminales”.
Hablamos de El Exorcista, la cinta estadounidense de 1973, dirigida por William Friedkin y escrita por William Peter Blatty, basada en el best seller del mismo autor.
Si eres de los pocos que no la ha visto, te contamos que trata sobre una niña de 12 años llamada Regan MacNeil (Linda Blair), que es sometida a un exorcismo tras haber sido poseída por un poderoso demonio.
Ganadora de dos Oscar (mejor guión adaptado y mejor sonido), esta cinta es considerada una de las mejores películas de terror de la historia.
Los mensajes subliminales
Este film generó controversia en su momento por contener supuestos mensajes subliminales. Se trataba de imágenes que duraban menos de un segundo y que en algunos casos alcanzaban a notarse, sin embargo, para la mayoría pasaron desapercibidas.
La polémica se suscitó cuando el cuestionado autor Wilson Bryan Key publicó el libro Media Sexploitation, dedicando un capítulo completo a los supuestos mensajes subliminales de la cinta.
Tal como consigna el portal especializado en cine Vix.com, debemos tomar en cuenta que esta controversia se suscitó en la década de los 70 cuando la sociedad era aún más conservadora. En ese entonces, que una película con temática “diabólica” pudiera tener contenido subliminal era todo un escándalo, de hecho, muchos pensaban que esos mensajes estaban vinculados al satanismo.
Key -el mismo que afirmó que la música de Judas Priest tenía mensajes subliminales que llamaba a la gente a suicidarse- aseguraba que El Exorcista escondía imágenes de la cara del diablo en varias escenas.
Y sí, algo de razón tenía, en varias partes de la película aparece fugazmente el rostro de un demonio, pero se trata de Pazuzu, el espíritu que había poseído a la pequeña Reagan. Por ejemplo, si te concentras bien, la alcanzas a notar en esta secuencia.
En la versión DVD, en tanto, la misma imagen aparece mucho antes, durante un examen médico que le hacen a Reagan.
Asimismo, hay varias escenas, donde la cara se presenta por menos de un segundo, y sólo los observadores ávidos pudieron notarlo. El rostro de Pazuzu también se muestra fundido con el de Reagan o el sacerdote, como una forma de simbolizar la posesión.
Cabe destacar que el director de la cinta, William Friedkin, señaló en 1991 que estas imágenes en ningún caso pretendían volver satánica a la audiencia, sino que fueron incluidas para dar más suspenso al relato.
“Había visto estos cortes subliminales en varias películas antes de ponerlos en El Exorcista, y me pareció un recurso muy efectivo para narrar esta historia en particular. La edición subliminal en El exorcista se hizo para lograr un efecto dramático: para crear, alcanzar y mantener una suerte de tono onírico, de ensueño”, explicó.
Asimismo, William Peter Blatty, guionista y autor del libro en que se inspiró el film, dijo que ni siquiera se podían considerar “subliminales” porque “si las puedes ver, no son subliminales”.
A continuación te mostramos varias de las imágenes que tal vez te perdiste en la cinta.
