No me fío de esta calma

Como se están dando las cosas, a nivel general, la campaña presidencial lleva un tono apagado, rondas de entrevistas pauteadas, programas con asistencias dispares de candidatos, una franja de comerciales políticos que aportan datos domésticos de su vida y familia, otros con discursos repetidos y resabios de la guerra fría. Todo este aparataje enfocado en generar adhesiones personales, con la idea subyacente que el producto no es, esencialmente, ideológico sino humano y con un cierto sesgo de clase media consciente de sus derechos.