Hace unos días viajé a México para asistir a algunas actividades de la OEA y reunirme con la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, de la cual soy parte. En uno de los congresos realizados estaba el ex presidente mexicano Felipe Calderón. Mientras exponía sobre la dramática realidad Venezolana, apareció un grupo de manifestantes infiltrados en el público gritándole “¡Asesino!”.
Embajadores de la violencia
