Rayén Araya: “La cornuda fe pública”

Mal uso de dineros, ideas descabelladas o votaciones vergonzosas, son parte de lo que conocemos semanalmente desde el parlamento. Recibir por un tiempo considerable un doble pago debería saltar a la vista de cualquiera que revise sus finanzas periódicamente. ¿Es posible que algo como eso pase inadvertido?

Necesitamos una democracia fuerte y una sociedad que pueda confiar en quienes la representan. Si esto fuera una relación de pareja, a la fe pública le han puesto los cuernos hasta el cansancio. ¿De qué manera podemos mirar hacia el futuro, evitando un divorcio ante las próximas elecciones?

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