La codirectora (con Francisco Espinoza) del documental Último año, que sigue a cinco jóvenes sordos en su paso desde la escuela para sordos Santiago Apóstol (sólo hasta octavo básico) a un colegio con cupos de integración, conversa sobre sus vivencias y experiencia con este particular mundo desde que hiciera un taller de arte en ese establecimiento en 2011-2012.
“La lengua de señas es la lengua materna de los sordos”, afirma Viviana Corvalán, explicando que, cuando vieron los registros de los talleres que hicieron a estudiantes sordos, profesores y apoderados, en 2011-2012, se dieron cuenta que había muchas cosas que no se entendían. Entonces decidieron hacer este documental.
“Cuando hicimos los talleres había 15 escuelas para sordos. Hoy hay 4”, afirma la directora, alertando que los sordos sufren en el proceso de “inclusión” porque no se entiende que ellos tienen una cultura distinta, que tanto ellos como todo el colegio que los recibe debieran hacer los esfuerzos para que sean aceptados con sus características propias: “Los sordos quedan solos”.
En el documental “Último año” hay una escena notable, cuando uno de los jóvenes, ya en un colegio de inclusión, está en un acto en el que se canta la Canción Nacional. Cuando se dispone a “cantar” con señas, un compañero sordo lo detiene y le dice, con señas: “Aquí somos sordos y mudos”.
Ültimo año se estrenará en salas de la red Miradoc y en el Cine Arte Alameda este 3 de mayo.
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