El estrés no sólo muestra síntomas mentales o emocionales, también puede afectar el cuerpo de maneras sorprendentes.

“Uno de los mayores problemas que veo son las mujeres que llegan con múltiples signos físicos de estrés”, dice la doctora Nancy Molitor, profesora de psiquiatría en la Northwestern University Feinberg School of Medicine a la revista de salud femenina Women’s Health.

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De hecho, el estrés y otras emociones negativas están directamente relacionadas con la mala salud física, debido a que la mente y el cuerpo están conectados intrínsecamente.

“El estrés emocional alerta al cuerpo a producir sustancias químicas del estrés como el cortisol, que si se produce constantemente empieza a alterar los sistemas inmunológico, digestivo, neurológico y musculoesquelético”, asegura Molitor.

Lo malo es que estos síntomas físicos pueden aumentar tu angustia emocional aún más, por lo que es fundamental romper el ciclo.

De acuerdo a Women’s Health, las mejores maneras de reducir el estrés son dormir lo suficiente (entre siete y nueve horas por noche), alimentarse en forma saludable, hacer ejercicio, tener el apoyo de familia y amigos y centrarte en las cosas que están dentro de tu control. También puedes aprender a leer tu cuerpo y reconocer señales menos evidentes de que estás demasiado estresado.

Mantente alerta a los siguientes síntomas, que pueden estar relacionados con el estrés.

1. Dolores de estómago

El sistema nervioso está vinculado con tus intestinos, por lo que el estrés puede causar estragos en tu tracto intestinal, dice Bincy Abraham, gastroenterólogo en el Baylor College of Medicine. Dependiendo de la situación, el médico puede tratar tus problemas con medicamentos de venta libre u otros que se adquieran con receta, además de cambios en la dieta.

Sin embargo, el mejor remedio natural para el estreñimiento, diarrea o vómitos causados por estrés, es el ejercicio. Aunque parezca raro, lo cierto es que la actividad física puede aumentar la producción de endorfinas que hacen que la mente y el intestino se sientan mejor.

2. Caída del pelo

Durante tres a seis meses después de un evento estresante, como ser despedido de un trabajo o terminar una relación importante, puedes notar que se te cae más el pelo. Esto ocurre por los altos niveles de un tipo de hormona, llamadas andrógenos, que se disparan durante el estrés y podrían meterse en tus folículos pilosos provocando la pérdida temporal del cabello, afirma Roberta Sengelmann, dermatóloga estadounidense.

No hay alimentos o suplementos que pueda restaurar del todo tu cabello, pero llevar una dieta equilibrada puede ayudar el crecimiento celular y la cicatrización.

3. Espasmos en los párpados

Estos molestos espasmos ocurren típicamente en el ojo y duran pocos minutos. El estrés es una de las causas más comunes, aunque los médicos no están seguros de por qué.

Cuando te ocurra esto, cierra los ojos, trata de relajarte y respira profundamente. Inhala durante cuatro segundos, contén la respiración durante siete, luego exhala durante ocho. Repita esto cuatro veces.

Las lágrimas artificiales también pueden ser buenas, ya que cuando se secan los ojos los espasmos se pueden exacerbar, asegura Anne Sumers, médico de la Academia Americana de Oftalmología. Si este temblor se propaga a otras partes de tu cara, consulta a un médico.

4. Acné

Sengelmann señala que al igual que el pelo, la piel es sensible a los andrógenos altos, lo que puede provocar brotes de acné. Habla con tu dermatólogo si tus granos siguen apareciendo o la inflamación no se calma.

Los fármacos orales y tópicos, así como ciertos jabones, pueden ayudar a destapar los poros y eliminar las bacterias que causan el acné. También pueden sugerirte píldoras anticonceptivas para regular tus hormonas.

Opta por productos no comedogénicos (es decir, que no obstruyen los poros), cremas hidratantes y protector solar.

5. Dolor de espalda

Cuando el estrés dispara tus hormonas, el cuerpo produce una respuesta de lucha o huida, lo que -junto con el aumento de su presión arterial y la frecuencia cardíaca- aprieta los músculos. “Si estás tratando de escapar de un depredador, eso es bueno”, dice Joanne Borg-Stein, MD, del Hospital de Rehabilitación Spaulding de Harvard. “Pero si es todo el tiempo, ese tipo de respuesta al estrés crónico puede conducir al dolor”, añade. Además, si estás la mayor parte del día sentado en tu escritorio, la situación puede ser peor.

Moverte es el mejor remedio, así que levántate cada hora y camina un poco. Tócate los dedos de los pies, roda tu cuello y hombros. Además, trata de estar de pie lo más posible y haz ejercicio.

6. Sarpullido

El estrés puede afectar tu sistema inmunológico, haciendo que las defensas de tu piel se debiliten y se produzcan infecciones cutáneas por estafilococos.

Usa emolientes suaves y cremas hidratantes para sentirte mejor. “Si eso no ayuda, o si la erupción se acompaña de fiebre u otros síntomas parecidos a la gripe, como escalofríos o sudoración, consulta a tu médico de inmediato”, dice Sengelmann.