Para que las niñas desarrollen su máximo potencial, es clave el papel de los padres. Según indican en la prestigiosa revista Forbes, muchas veces son los progenitores los que predisponen a que sus hijas no se desarrollen bien en ciertas áreas al inculcarles implícitamente conceptos como ‘las niñas no son buenas en ciencias o matemáticas’.

En este sentido, es bueno saber que los menores comienzan a entender los roles de género a partir de los 30 meses, y desarrollan prejuicios sociales basados ​​en el género a partir de la edad preescolar, alcanzando su ápice entre los 5 y 7 años.

Anea Bogue, experta en autoestima, educadora, coach de vida certificada y creadora de talleres de empoderamiento para mujeres, señaló algunos errores que cometen los padres que podrían dañar el futuro de sus hijas sin siquiera saberlo.

1. Le enseñas a ser delicada, agradable y tranquila.

Bogue dice que hay una delgada línea entre tener un buen comportamiento y ser un sometido, asegurando que muchas veces se empuja sin querer a las niñas a lo segundo. Esto porque se les enseña que deben ser siempre dulces y ‘agradar’ todo el tiempo a los demás.

“Les enseñamos a nuestras hijas en una variedad de formas que sean agradables, eviten el conflicto, no molesten a los demás y no desafíen el status quo”, dijo la experta. Esto podría llevar a que en su futuro una niña sea de aquellas mujeres que no negocian un aumento de sueldo para no ofender a su empleador o que no hablen en clases o reuniones para evitar decir algo que al resto no le agrade.

Aunque todos los padres quieren que sus hijos sean educados, no hay que olvidarse de enseñarles la importancia de debatir, disentir y negociar, con respeto, por supuesto. Hay que animarlos a hablar en clase y expresar sus opiniones, y defender sus puntos de vista.

2. Sólo le compras juguetes ‘para niñas’

Si todos los juguetes de tu hija son rosados los primeros tres años de su vida, no es raro que ella piense que es su color favorito porque “eso es lo que les gusta las niñas”. De hecho, los investigadores piensan que los padres y otros factores sociales llevan a los niños a preferir los juguetes en función de su género, no por predisposiciones innatas.

De acuerdo a la experta, un estudio de 2009 encontró que el 31% de los juguetes de niña -como maquillaje falso y collares- sólo se centran en la apariencia. En cambio, los juguetes destinados a los niños fomentan la invención, la exploración, la competencia, la movilidad, la resolución de problemas, competencias asociadas a empleados y líderes altamente valorados.

Por ello, se recomienda que los padres traten de evitar comprar exclusivamente muñecas y artículos ‘de niña’ a sus hijas, y también entregarles juguetes que fomenten el descubrimiento científico, la competencia, la exploración y la resolución de problemas.

3. Siempre le dices que es bonita (linda, hermosa, preciosa) y nada más

Aunque nadie pueda negar que tu hija es hermosa, ella también tiene otras cualidades. Puede que sea muy buena escribiendo, o armando figuras, o cantando, o resolviendo problemas.

Bogue dice que si sólo le recalcas a tu hija que es linda, ella pensará que sólo vale por su apariencia. Por eso es importante que reconozcas y valores otras cualidades que no tengan relación con ello, como sus logros académicos, deportivos o artísticos. La experta aconseja que por cada vez que le dices linda, también le digas otras dos cosas que no tengan que ver con su aspecto.

4. La animas a que se crea una princesa

Las princesas de los cuentos infantiles son felices únicamente luego de que el príncipe azul las rescata.

“La cultura ‘princesa’ anima a las niñas a ser damiselas en peligro, cuyo papel es quedar bien y esperar a un príncipe guapo que las salve y le entregue sentido a su existencia” dice Bogue, quien recomienda no fomentar esta mentalidad y en su lugar incentivarlas a hacerse cargo de su propio destino, ya que de lo contrario las niñas sentirán que no valen nada sin un hombre a su lado que las proteja.

La experta dice que aunque es casi imposible alejar del todo a las niñas de la ‘cultura princesa’, puedes ayudarlas a redefinir el concepto. Ella dice que películas como “Brave”, que trata sobre una valiente joven dispuesta a trazar su propio destino o ‘Enredados’, que muestra a una princesa que se defiende a sí misma y que no tuvo problemas en cortar su linda cabellera, son una buena opción. Y si tu hija aún quiere ver las cintas de doncellas tradicionales, señala otros aspectos de ellas como ‘Mira, Bella ama leer’ o ‘Ariel es muy buena nadando’.

5. Sólo el padre se encarga de las tareas del hogar que implican fuerza física

Si la niña ve que el padre es el único que abre los tarros apretados o arregla puertas malas, podría internalizar el mensaje de que las mujeres son más débiles que los hombres, y que sólo ellos son los protectores, proveedores, y ejecutores.

Demuéstrale a tu hija que puedes manejar cosas como las finanzas del hogar, cortar el césped o arreglar una llave deteriorada, y que el padre también puede hacer cosas como lavar los platos o barrer.

6. Sólo dejas que tu hija se junte con otras niñas

Las niñas que se rodean sólo de niñas son más propensas a creer en los estereotipos de género. Por ello, incentiva a que tu hija también juegue con niños, que tenga amigos en el barrio, que se reúna con hijos de tus conocidos, o que invite a niños a su fiesta de cumpleaños. De este modo, podrá realizar otras actividades y de paso aprender que también puede hacer lo que los chicos hacen.

7. Criticas tu propio cuerpo o el de otras mujeres frente a tu hija

Al hablar de lo ‘gorda’ que estás o que otras están frente a tu hija, le comunicas a la niña que el cuerpo de una mujer necesita lucir de cierta manera para que ella sea considerada agradable y exitosa.

Demuéstrale que la alimentación saludable es importante para que el cuerpo esté sano, y no para que luzca delgado. Evita comportamientos como saltarte comidas o hacer dietas extremas, que son formas poco saludables para perder peso y que tú hija puede aprender si te observa hacerlo.