Personeros de la Alianza en la región de Valparaíso, valoraron renuncia de la intendenta del Bío-Bío, Jacqueline Van Rysselbergue, y descartaron coste político.

Como una decisión esperada y valorable, en resumidas cuentas fue el balance que se observó a nivel de la Alianza en la región de Valparaíso, esto tras la sorpresiva renuncia de la intendenta de la Región del Bío Bío, Jacqueline
Van Rysselbergue.

Una determinación juiciosa, según la diputada UDI, Andrea Molina, quien además de lamentar la situación, señaló que para bien de todos fue una decisión con criterio, en medio de una polémica que venía dilatándose.

Del mismo modo, señaló que esta medida debería haberla tomado con anterioridad y no haber esperado tanto tiempo, situación que le jugó en contra.

Por otra parte, el presidente distrital de Renovación Nacional en la región de Valparaíso, Enrique Kissteiner, consideró que esta situación no generó distanciamiento en la Alianza, sino unidad.

Quien descartó catalogar la renuncia como un “coste político” fue la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginatto.

Kissteiner señaló que con esto queda claro que Van Rysselbergue privilegio la unidad de la coalición, donde por mucho tiempo circularon opiniones dispares respecto a la situación de la renunciada intendenta.