De seguro conoces a alguien que a los pocos días de terminar a una relación, ya tiene una nueva pareja. Incluso si esa persona eres tú, debes saber que podrías estar sufriendo de “impulsividad amorosa”.

Sin embargo, según los expertos, el “enamoramiento” repentino se relaciona con motivos que poco o nada tienen que ver con el amor.

“Estas personas siempre están con la antena del amor puesta allá por donde van. Son cazadores del amor“, explica Lidia Alvarado, psicóloga experta en relaciones amorosas al diario electrónico ABC.

Según la especialista, aquellas personas solo necesitan recibir una pequeña muestra de afecto para sentirse “tremendamente especiales”. De ese modo activan el “interruptor del enamoramiento” e inician una nueva relación.

“Detrás de los que se enamoran con facilidad se esconde una elevada ansiedad por encontrar pareja, y lo hacen de forma indiscriminada, sin tener en cuenta la personalidad de la otra persona, sus verdaderas intenciones o si son correspondidas“, complementa.

Es decir, cuando alguien se enamora con facilidad, en realidad no lo hace de su nueva pareja, sino de la idea de “estar en una relación”.

Se puede relacionar una baja autoestima

Asimismo, la especialista describe que ese tipo de personas presentan una baja autoestima y dificultades para estar solas. Por ese motivo, su objetivo constante es encontrar a una persona que llene los espacios vacío y le “de sentido a su vida”.

De igual forma, Alvarado advierte que las personas enamoradizas suelen confundir los encuentros sexuales con el amor de una relación estable.

“Si tuvieron una noche de intimidad sexual se empiezan a crear ilusiones que van mucho más allá de esa noche, y buscan una definición inmediata para lo que ocurrió, como si el sexo fuera igual al amor”, explica.

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La importancia del amor propio

Como se mencionaba anteriormente, la “impulsividad amorosa” suele ser consecuencia de una baja autoestima. Por lo tanto, los especialistas enfatizan en que primero se debe trabajar en ella.

Construir una autoestima fuerte, querernos de manera incondicional aprendiendo a estar bien en soledad y disfrutar de nuestra vida con independencia de estar o no en pareja, es el mejor antídoto que evitará que sintamos amor hacia el primero que nos regale muestras de afecto”, comenta la psicóloga.

De ese modo, la especialista destaca que “el amor propio hace que la pareja sea una elección y no una necesidad”.

Otro de los puntos importantes, es aprender a gestionar nuestras emociones. “Hay algunas que no nos gusta sentir, pero no podemos escapar de ellas”, expresa.

Por ejemplo, frecuentemente huimos de la tristeza, la preocupación o el enojo, pero debes tener en cuanta que en realidad esas emociones forman parte de la vida, incluso si son negativas.