Las personas que no beben alcohol, ya sea porque nunca lo hicieron o dejaron de hacerlo- no necesitan que las presiones o que las hagas sentir mal por no tomarse un trago.

Durante las celebraciones como Fiestas Patrias, las personas que no suelen beber alcohol pueden llegar a sentirse como “bichos raros”, mientras muchos de sus conocidos se entregan sin pudor a los placeres etílicos.

Esto ocurre especialmente cuando comienzan a recibir presiones de su entorno bebedor para probar un “traguito”.

En este sentido, quienes no beben -especialmente si son jóvenes- puede que ya estén cansadas de oír ciertas frases cada vez que se rehúsan a beber una copa.

La columnista Ángela Pérez, de la cadena MTV, relató lo aburrida que está de dar explicaciones por su opción de no consumir alcohol.

“No, mi religión no me lo prohíbe. No, no tengo que conducir de vuelta a casa. No, no estoy embarazada, ni tengo que tomar remedios, ni tengo problemas de salud. No, no soy una alcohólica en rehabilitación ni consumo drogas más duras. Sí, toda mi familia y amigos beben. Estas son sólo algunas de las respuestas a una pregunta que me veo contestando con la misma frecuencia que a los veganos les preguntan por qué no comen carne: ‘¿por qué no bebes””, dice la joven.

“En una generación que estableció el consumo excesivo de alcohol como principal pasatiempo de fin de semana, estar sobrio siempre me ha hecho sentirme fuera. Mis razones para no beber son simples: La idea de beber, nunca me atrajo; Nunca pude soportar el sabor del alcohol; y nunca sentí que necesitara un impulso extra para divertirme o tomar decisiones estúpidas. Además, viniendo de alguien que encuentra placer en tener todo bajo control, la idea de no tener el 100% del control de mí mismo es más una pesadilla que una diversión”, explicó.

“Cuando le digo a la gente por primera vez, la reacción más frecuente es preguntar ‘¿Por qué?’ Y si contesto con ‘simplemente no me gusta el sabor’, es probable que la siguiente frase sea ‘Estoy seguro de que te gustaría el/la (insertar nombre de la bebida alcohólica elegida). Siempre me pregunto si se dan cuenta de que, si yo incluso estuviera un poco interesada en el consumo de alcohol, ya habría descubierto por mí misma lo que me gusta y no me gusta en mis 26 años de vida”, remató.

10 frases que no debes decir a quienes no beben alcohol

Por lo mismo, Ángela resumió alguna de las frases que aconseja dejar de decir a quienes presionan a los que no beben.

1. “¿Estás embarazada?” /”¿Tomas medicamentos?” /”¿estás enfermo/a?” / “¿tu religión no te lo permite”/ “¿dejaste de beber?”
Acaso no puede simplemente no gustarte beber alcohol.

2. “Ya pues, sólo un traguito”
Esto es tedioso y también es extraño. ¿Le insistirías cada 15 minutos a alguien que no le gusta el brócoli que lo coma, cuando ya te dijo que no le gustaba?

3. “Eres tan fome” o “vive un poco”
Sólo porque no quieras una cerveza no quiere decir que no puedas relajarte o que no te guste divertirte. Probablemente esa persona sí vive, sólo que no necesita o no quiere el alcohol para hacerlo.

4. “Me gustaría verte borracho/a”
Lamentamos decirte que eso no ocurrirá, ya te dijo que no le gusta beber.

5. “Voy a lograr que bebas”
Probablemente no. Él o ella ya tomó su decisión y sólo lograrás molestarlo si sigues insistiendo.

6. “¿Cómo puedes hacer eso estando sobria/o?”
Sí, te puedes divertir y ser gracioso sin alcohol.

7. “¿Debes pensar que soy lo peor (por beber)?”
No, sólo tomaste una opción diferente, es todo.

8. “¿Crees que eres mejor que nosotros?”
El alcohol es sólo una bebida, no una medida de superioridad o inferioridad moral.

9. “Entonces, ¿para qué vas si no bebes?”
Que una persona no beba alcohol no quiere decir que no puede ir a un bar, una discoteque o cualquier lugar donde haya gente bebiendo alcohol.

10. “No te invitamos porque no bebes y pensamos que te aburrirías”
Eso es bastante duro y falso. Si una persona no bebe no quiere decir que no quiera ver a sus amigos que sí lo hacen.

Lo que no deberías decir a alguien que antes bebía ya hora dejó de hacerlo

Otro escenario más incómodo es cuando se presiona a beber a alguien que antes bebía y dejó de hacerlo, especialmente si esa persona estuvo en rehabilitación.

Jack Feinberg, vicepresidente y director clínico en Phoenix House Texas -una organización estadounidense de rehabilitación de drogas y alcohol sin fines de lucro-, señaló que hay ciertas cosas que no se deben decir a alguien que dejó el alcohol, ya que pueden ser absurdas, inútiles e incluso dañinas. A continuación, el experto señala algunas.

“¿Por qué no puedes tomar sólo uno o dos tragos?”

Aunque para la mayoría parezca súper fácil detenerse después de beber dos tragos, para alguien que se rehabilita del alcoholismo, no es tan sencillo.

“Gran parte de la gente puede parar luego de uno o dos, o lo que sea que le acomode y no tiene ningún problema. Pero para las personas con dependencia al alcohol, por la naturaleza de su enfermedad, detenerse puede ser realmente un problema”, explica.

2. “¿Te puedes controlar a ti mismo?”

Aunque una persona que se recuperó del alcoholismo eventualmente podría llegar a tener control sobre cuánto bebe, es importante recordar que aún es vulnerable e incluso esto puede a contribuir a que lentamente vuelva caer en la adicción.

“Un trago puede empezar a trabajar en la cabeza (del paciente), y ahí es cuando las ruedas empiezan a girar”, dice Feinberg, añadiendo que este pensamiento puede llevar a la ansiedad “y una vez que tienes un deseo físico, caes en un territorio muy peligroso”.

3. “Acaso, ¿no quieres brindar conmigo?”

Quizás realmente desees que tu amigo que dejó el alcohol brinde contigo sólo una vez, pero hacer un comentario como éste puede hacerlo sentir muy mal, además de exponerlo a una tentación innecesaria.

4. “No te invité porque sé que no tomas”

Con frases como ésta sólo haces las cosas más difíciles. Si quieres ir a un “happy hour” después del trabajo y deseas que tu compañero que dejó de beber también vaya, pero no estás seguro de invitarlo, no le digas esto. Según Feinberg, lo mejor es acercarte a hablar con él, ser sincero y explicarle que tu intención no es dejarlo de lado, pero que te preocupa que esta actividad no sea apropiado para él en este momento.

Déjale en claro que no deseas excluirlo y sólo quieres resguardar su bienestar. Y si realmente quieres tu amigo sobrio vaya, elige un lugar que no sea un bar.